Porqué salto cuando me estoy quedando dormido realmente

El fenómeno del "salto" al dormir puede ser intrigante, pero detrás de esta experiencia cotidiana hay una compleja interacción entre distintos partes del cerebro. A medida que nos acercamos a la hora de dormir, nuestra mente comienza a relajarse y prepararse para la etapa del sueño profundo. Sin embargo, el proceso no siempre es suave, y algunos individuos, especialmente los atletas jóvenes o aquellos bajo presión constante, pueden experimentar espasmos bruscos al acostarse.
Estos movimientos repentinos pueden deberse a una desconexión entre dos sistemas clave en la corteza cerebral: el sistema de vigilia y el sistema de sueño. El primero se encarga de mantenernos despiertos e involucrado con lo que sucede a nuestro alrededor, mientras que el segundo nos permite relajarnos y entrar en un estado de reposo pleno. En casos extremos, estos conflictos pueden llevar a movimientos involuntarios, incluyendo aquellos que parecen un salto en la cama.
El insomnio también juega un papel importante en el desarrollo de los saltos al dormir. Cuando no logramos descansar adecuadamente por las noches, nuestras neuronas pueden sentirse sobrecargadas y ansiosas. Esta agitación mental se traduce a menudo en movimientos bruscos, lo cual puede ser un claro indicio de una mala calidad del sueño.
Además de factores individuales como el insomnio y fatiga crónica, diversos elementos externos también pueden contribuir al salto en la cama. La privación prolongada de sueño debido a horarios irregulares o la exposición continua a estimulantes antes de acostarse puede interferir con los procesos mentales que deberían conducirnos hacia un sueño profundo y reparador.
Debido a estos factores, es crucial establecer rutinas relajantes anteriores al dormir. Esto podría incluir prácticas como la meditación, el yoga o incluso disfrutar de un baño templado para ayudar a calmarnos antes de acostarse. Al hacerlo, los disturbios durante el sueño pueden disminuir significativamente.
El Cerebro y su Función
El cerebro humano es fundamentalmente eficiente en mantenernos alertas, pensativos e involucrados durante la mayor parte del día. Esto se debe principalmente al sistema de vigilia, cuyo propósito principal es promover actividades que requieren concentración y mentalización. Sin embargo, como avanza el dia, nuestra necesidad biológica natural de dormir y recuperarnos comienza a sobresalir. En este punto, la relación entre los sistemas del cerebro se vuelve crucial.
Cuando estamos condenido a estar despierto, el sistema de vigilia nos recuerda que nuestras actividades deben seguir adelante, así como garantizar que no nos relajemos demasiado. La tensión entre estos dos procesos mentales puede generar estallidos repentinos al intentar conciliar el sueño. Estos impulsos nerviosos pueden resultar tan intensos que causan movimientos involuntarios. No es algo común, pero en momentos específicos los conflictos pueden llevar a personas a despiertos bruscamente mientras también se quedan dormidas.
Factores Contribuyentes
Privación de Sueño y Fatiga Crónica: Algunas personas experimentan saltos al querer acostarse pero estos eventos realmente están relacionados con un mayor estado de fatiga mental que física. Esto no sólo pasa en atletas, cuestión mucho más crítica. Aunque los deportistas jóvenes, por ejemplo, pueden sufrir este problema debido a la cansantía y presiones de entrenar constantemente día tras día.
Para algunas personas, estos estallidos resultan ser una consecuencia directa de una mala calidad del descanso nocturno. Cuando el insomnio es crónico, la tensión nerviosa aumenta cada noche al acostarse. Esto a menudo se traduce en movimientos inexplicables que pueden asustar o hacer sentir extraño al que los experimenta.
La Influencia de Externos Estimulantes: Diversas actividades antes de dormir deben limitarse para evitar complicaciones relacionadas con el sueño adecuado. El uso constante de dispositivos electrónicos como iPhones, relojes o tabletas durante una hora después de las 8 pm puede perturbarnos mientras estamos acostados, afectando a nuestra actividad nocturna.
Un segundo factor es la ingesta de estimulantes previa del horario para dormir. Beber café al mediodía cuando tienes un partido ese atardecer con compañeros puede incrementar tu alerta al máximo pero también te causará dificultades para relajarte, lo cual generalmente se traduce en movimientos inesperados.
Preparación Saludable y Recuperación

Para tratar los espasmos a la hora de dormir es importante ser más constante dentro del día. Un entrenador podría recomendar tomar un poco más tiempo fuera antes del horario para acostarse, no necesariamente hacer ejercicio intenso pero sí al menos algo físico con sus miembros inferiores como irse caminando por una pista o corriendo.
También hay algunos alimentos que ayudan a conciliar mejor el sueño. La ingesta de vitamina B12 es clave dado su impacto positivo sobre nuestra calidad de descansar, especialmente si se toma previo al acostarse. Algunos estudios sugieren que la quermesina y la melatonina también pueden mejorar la noche.
Aquellos que padecen insomnio crónico deben revisar sus horarios para dormir estableciendo un ciclo adecuado de sueño, estimulantes o actividad en cada sesión que realicemos. Enfocarse sobre descansar a las mejores horas y no fumar fumos es fundamental.
Prevención y Recuperación
Para evitar estos movimientos espasmódicos al dormir es preciso priorizar la rutina para el sueño. Debe ser lo primero. Asegurarse que tu cuerpo y cerebro estén bien descansados garantiza un buen proceso de recuperación por las noches, mejorando el desempeño en los entrenamientos o actividades que se tengan al día siguiente.
La relajación también juega un papel crucial antes de acostarse para permitir a nuestros nervios realizar esta desconexión del diario y enfocarnos sobre el descanso. Podemos estar cansados, por supuesto, pero la fatiga debe convertirse en una opción que realicemos con calma, no con irritabilidad.
Conclusión
En lugar de padecer de los disturbios al querer dormir es crucial entender el contexto detrás del salto. Es algo bastante común en aquellas personas sometidas a un horario irónico o con ansiedad permanente o que simplemente acostumbran pasar largas jornadas sin descansar lo suficiente cada día.
Establecer rutinas fáciles de seguir, como ejercicios antes del horario para dormir. Un cambio en tu dieta y ejercicio, combinados con la relajación serán opciones idóneas para minimizar el salto al dormir. A menudo son cambios sutiles los que brindan resultados sorprendentes al momento de querer conciliar un descanso perfecto.
Así que a no dejarlos pasar más y si te han pasado antes, con gusto podrás encontrar tu punto en la rutina para el sueño perfecta que esperas.
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