Qué hace que el ácido láctico afecte al rendimiento deportivo

El ácido láctico o lactato es un compuesto que se produce en nuestro cuerpo cuando realizamos ejercicio físico, especialmente de alta intensidad durante un período prolongado. Es una forma natural de obtener energía cuando el oxígeno no está disponible en cantidades suficientes. Sin embargo, su acumulación puede provocar cansancio y afectar la capacidad deportiva.

El ácido láctico se forma a partir de la glucosa, un azúcar presente en nuestra sangre, que es convertida en energía por los músculos durante el ejercicio. Cuando no hay suficiente oxígeno disponible para quemar esta glucosa y producir energía de manera eficiente, se utiliza otro proceso conocido como glicolisis anaeróbica. En este proceso, la glucosa se convierte en lactato y se almacena en los músculos.

La cantidad de ácido láctico que se forma durante el ejercicio depende de varios factores, incluyendo la intensidad del entrenamiento, el nivel de condición física del individuo y la temperatura ambiental. Por ejemplo, hacer ejercicio a altas temperaturas puede aumentar la producción de lactato debido a que nuestro cuerpo trabaja más duro para enfriarse.

Más allá de su función energética en entornos anóxicos, el ácido láctico tiene otras implicaciones durante y después del ejercicio intenso. Por ejemplo, la acumulación excesiva de lactato puede llevar a un aumento en la concentración sanguínea, lo que puede afectar negativamente la cantidad de oxigeno transportado al tejido muscular.

Como ya mencionamos anteriormente, un alto nivel de lactato puede provocar cansancio. Esto se debe a que el exceso de lactato implica una disminución de la cantidad de oxígeno disponible para respaldar nuestras actividades. Consecuentemente, no solo nos sentimos más abrumados durante o después del ejercicio intenso en comparación con los entrenamientos aeróbicos.

Rendimiento Deportivo

El ácido láctico juega un papel fundamental en el rendimiento deportivo debido a su efecto directo en nuestra capacidad para mantener un nivel superior de intensidad de ejercicio. La forma en que se produce durante las actividades de alta intensidad hace que sea imposible evitarlo ya que la necesitamos para obtener energía y mover nuestros cuerpos en una velocidad particular.

La capacidad del músculo humano para producir ácido láctico varía entre individuos, así como en los diferentes grupos musculares. Además, algunos entrenamientos son más propensos a generar niveles de lactato altos que otros debido precisamente a la diferencia en intensidad y duración de dicho entrenamiento.

Entrenar mediante intervalos es un método muy eficaz para reducir el umbral de lactato. Esto consiste en realizar series de ejercicios intenses, seguidas por periodos de descanso para recuperarse antes de empezar una nueva serie. De esta forma, nuestra capacidad respiratoria se adapta para liberar a nuestro cuerpo del exceso de calor generado durante estos episodios de ejercicio intensos.

Algunos deportes requieren más intensidad y tienen unos niveles de acumulación lactáica mayores que los otros. Por su parte algunos individuos son más sensibles frente a esto debido a factores genéticos y adaptuciones específicas.

Condiciones Físicas

La condición física de un individuo puede afectar cómo su cuerpo reacciona al ejercicio intenso y, por lo tanto, el nivel de lactato acumulado durante o después de una sesión. La condición física es determinada por factores como la masa muscular, resistencia-cardiovascular y capacidad para combinar movimientos.

Personas con buen condicionamiento físico pueden quemar glucosa más eficientemente en ausencia de oxígeno antes de alcanzar niveles de lactato que induzcan a un estado agotado. Por otro lado aquellos individuos que no cuenten con una buena forma están más dispuestos a generar lactato a una intensidad inferior debido a factores como su capacidad cardíaca y fuerza muscular.

Si tu condiciones física está en buen punto tus músculos serán capaces de quemar glucosa antes de recurrir al proceso anaerobico para producir energía. Por ello estos individuos no se verán asombrados por el cansancio de manera tan exasperada por la alta intensidad del ejercicio.

Entrenamiento y Lactato

El entrenamiento juega un papel fundamental a la hora de reducir el umbral de lactato. Al principio, los músculos requieren un cierto tiempo para adaptarse al nuevo esfuerzo que se realiza en ellos y producen más ácido láctico por las mismas razones descritas anteriormente.

Al principio esto lleva a cansancios rápidos debido a estos cambios, pero conforme vayan pasando los entrenamientos estos músculos van mejorando notablemente. Pasa entonces el proceso inverso en donde puedes aumentar la intensidad y duración del ejercicio sin que esto conllevue afectaciones severas al rendimiento previo obtenido.

Durante ejercicios prolongados, las células musculares se vuelven menos eficientes para quemar glucosa a fin de convertirla en energía. Por lo tanto, más cantidad de dicho azúcar se somete al proceso anaeróbico para obtener la energía del otro modo. Esto puede dar paso entonces a una acumulación mayor de lactato.

Fisiología y Rendimiento

El mecanismo fisiológico involucrado en la producción y eliminación del ácido láctico es complejo y sigue involucrando múltiples procesos interconectados. Sin embargo, las partes principales involucradas son el ciclo de pentosa fosfato y la respiración anaeróbica.

Es bien sabido como el aumento en el nivel sanguíneo de lactato provoca malestar, esto se debe a que nuestra capacidad para liberar calor aumenta debido a los cambios provocados por este compuesto durante el proceso que hemos descrito. Esto conlleva un calambrazo más intensivo en la parte externa.

Dado que sabemos como puede afectar esto nuestro rendimiento deportivo debamos evitar tanto como podamos su aparición cuando lo que deseamos obtener es un mejor ejercicio intenso (puede haber excepciones). Este debe ser así porque el agotamiento que se manifiesto es rápido y severo.