Cuáles son realmente los beneficios de la electroestimulación

La electroestimulación, también conocida como estimulación eléctrica muscular (EEM), es una técnica que ha ganado popularidad en el ámbito del fitness y la rehabilitación. Utiliza corriente eléctrica para activar los músculos de manera controlada, lo que puede ser beneficioso para diversas poblaciones. Sin embargo, no todos conocen con precisión sus ventajas y aplicaciones.
Uno de los principales beneficios de la electroestimulación es la capacidad para provocar contracciones musculares sin el esfuerzo voluntario. Esto puede ser particularmente útil para personas que por algún motivo no pueden realizar ejercicio regular, como aquellos con lesiones, enfermedades degenerativas que afectan a los nervios motores, o incluso personas que simplemente desean fortalecer sus músculos sin tener que trabajarlos durante largos períodos.
Dentro de este contexto, la electroestimulación representa una herramienta valiosa. No solo debido a su capacidad para estimular el ejercicio muscular pasivo, sino también por los beneficios adyacentes con este tipo de técnicas, como mayor riego sanguíneo y reducción del dolor en casos de lesiones o rehabilitación.
La efectividad de la electroestimulación se enfoca principalmente en fortalecer los músculos, mejorar su resistencia y así ayudar a recuperarse más deprisa. Además, dado que el ejercicio voluntario no es necesario, esto ayuda a minimizar las alteraciones del ritmo cardíaco que conlleva.
Sin embargo, la pregunta más común cuando se escoge recurrir a esta técnica es ¿de verdad vale la pena?
Ventajas en el fortalecimiento muscular
Uno de los aspectos más destacados de la electroestimulación es su efectividad inmediata y continua. En comparación con entrenamientos tradicionales que requieren tiempo, dedicación y disciplina para ver resultados tangibles, la electroestimulación ofrece mejorías rápidas, precisando un mínimo de 1 a 3 sesiones. Esto se debe nuevamente al envejecimiento muscular natural, ya que este tipo de contracciones eléctricas estimulan las áreas del músculo con menos fibra que las contracciones voluntarias.
Además de los beneficios inmediatos mencionados anteriormente, un segundo aspecto es la mejora notoria de la fatiga y cansancio muscular. Esto no solo se debe a una mayor densidad muscular, sino también a cambios en el volumen sanguíneo alrededor del músculo así como los cambios dentro mismo, lo que facilita su recuperación post ejercicio.
El aumento en actividad celular durante las contracciones de electroestimulación puede favorecer la formación de nuevos vasos sanguíneos. De esta manera se habilita un aumento en el flujo sanguíneo hacia el músculo estimulado, lo que a su vez permite un alivio en el dolor asociado tanto a las lesiones, a los efectos degenerativos como a la propia fatiga volcada por múltiples motivaciones.
Mejora de la resistencia y la recuperación

En términos de fortalecimiento muscular, la electroestimulación también ofrece una alternativa más conveniente de contracciones musculares repetidas. Esto significa que los individuos pueden desarrollar fuerza en áreas donde no tienen posibilidad de entrenar o simplemente les gusta la sensación de hacer ejercicios como cuando lo hacen a mano.
Una mejora importante para cualquier persona es mejorar su resistencia física y lograr un cambio positivo en sus hábitos de vida si lo busca. La electroestimulación facilita el mantenimiento de una rutina saludable al reducir las sesiones de entrenamiento por semana a solo 1 sesión por semana en comparación con el entrenamiento tradicional que debe repetirse en días continuos.
La aplicación clínica de esta variante nos da otra ventaja más, como la capacidad para estimular tanto músculos estriados como no estriados. Esto es muy beneficioso en casos de desuso muscular y para personas con movilidad pésima debido a diversas lesiones u operaciones. Los músculos que están menos utilizados o atrofiados tienden a recuperar gran parte de su función.
Desde la perspectiva deportiva, los atletas pueden mejorar su rendimiento a través del aumento de su resistencia muscular. Esto es posible aumentando tanto la densidad como el tamaño del músculo en un solo entrenamiento y en muy corto tiempo debido a que puede ser muy fuerte al producirlo un pequeño entrenamiento pero constante, con muchas repeticiones.
No para personas sedentarias
También es importante recordar que algunos grupos o individuos deben mantenerse alejados de la electroestimulación y del propio entrenamiento, en especial si tienen problemas cardíacos previos (que podrían ser agravados con el aumento de la frecuencia cardíaca durante las sesiones).
Los ejemplos más comunes que se ven son casos embarazadas (es muy importante pedir un informe médico), personas mayores o aquellos con historiales medicamentos de salud como la tensión o diabetes. El tratamiento para las personas sedentarias debe comenzarse bajo supervisión profesional.
Un ejemplo de aplicación clínica es usar electroestimulación como herramienta adyuvante del tratamiento reeducativo postoperatorio. También se aplica a pacientes con secuelas que no han mejorado con métodos convencionales. Esto, al ser menos dañinos para el músculo y permitir un mayor control en cada sesion y sin fatiga como otros métodos más comunes.
Sin embargo, debido a la falta de evidencia científica fiable sobre sus aplicaciones, aún tiene muy poca aplicación dentro de las instituciones médicas. Debería ser utilizado con precaución, siguiendo instrucciones y en ausencia de problemas asociados directos al proceso muscular o cardiovascular.
Desechos e inconvenientes de la electroestimulación
Además de los posibles beneficios mencionados a lo largo del artículo, es también útil conocer las desventajas tanto a corto como largo plazo.
Si no se usan correctamente tensómetros pueden causar daños musculares permanentes. Por último, debido a su naturaleza eléctrica, la estimulación puede provocar descargas que puedan ser muy dolorosas e incluso peligrosas para quien las reciba.
En muchos casos si no se toma el cuidado adecuado al inicio del mismo es posible causar daños musculares graves en aquellos que son inestables, o en personas embarazadas. Esto representa una advertencia necesaria a tenerlas en cuenta, especialmente de los dos últimos puntos mencionados.
Aunque no sea tan común entre usuarios normales y regulares, con el tiempo se ha llegado a observar rabdomiólisis y roturas de fibras dentro del músculo. Además de esto la falta de volumen muscular adyacente, puede ser el inconveniente más grave, ya que afecta el aspecto físico y desanima al usuario de continuar.
Debido a la ausencia de investigación sobre las aplicaciones clínicas reales debemos usar esta herramienta con precaución. Por lo tanto, es fundamental consultar oportunamente a un profesional para evitar los riesgos.
Si bien ha mostrado algunas posibilidades desde el punto de vista funcional y preventivo, aún se debe seguir investigando hasta sacar una conclusión más clara al respecto tanto del tratamiento de lesiones muscular como su posible aplicación prevenciva.
Nota adicional.
A día de hoy la literatura científica en cuanto a los resultados a corto plazo en personas con secuelas graves no muestra grandes mejoras pero tampoco se han encontrado desventajas relevantes con respecto de este tema. Aunque es cierto que si las lesiones o daños musculares se encuentran en etapa más lejana al mismo momento en el que fueron detectadas, la posibilidad de mejorarlas mediante electroestimulación pasa a ser mucho mayor.
La evidencia indica que estos estudios requieren investigación más rigurosa.
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