Cuándo Es el Tiempo de Cambiar Tus Zapatillas Desgastadas

El mundo del running puede ser un lugar emocionante y desafiante, y una herramienta fundamental para navegar por él son nuestras zapatillas. Algunas correrán por decenas de kilómetros sin problemas mientras que otras van a dura prueba al mantener el ritmo con cada paso. Una pregunta común en boca del corredor es '¿cuándo estoy usando mi par de running?'. En este artículo exploraremos el tema para ofrecerles ideas prácticas y útiles sobre cuándo cambiar una zapatilla.
Es sorprendente cómo algunas personas continúan rodar kilómetros con zapatillas desgastadas sin percibir los riesgos asociados a esto en sus pies. El problema principal es que muchas consideran que las zapatillas son un bien de consumo inelástico, cuyo ciclo de vida solo termina cuando se acaban todos sus componentes o sufren agrietamientos. En la práctica esto está lejos de la realidad ya que, si se manejan correctamente, los primeros síntomas pueden ser fácilmente detectados y prevenir problemas en las articulaciones.
En este sentido hay dos estrategias para gestionar el ciclo de vida de tu par: cambio por kilómetro recorrido o por meses sin uso. Así es que una opción consiste en revisar cada 800-1000 kilómetros, lo cual puede ser conveniente pero también tiene sus inconvenientes ya que no ayuda a establecer un momento de reflexión. Sin embargo esto puede requerir cierto conocimiento sobre el estado en el que se encuentran tus zapatillas o tener suficiente tiempo para comparar dos pares antes del cambio.
Signos Iniciales de Desgaste

El uso y la edad tienen su parte. Para empezar, uno debe saber cuándo es hora de buscar un nuevo par. Al observar la superficie exterior de tu zapatilla puedes notar que se ha endurecido y comenzando a mostrar agrietamientos en el material del lateral y el talón debido al desgaste causado por el rígido uso a lo largo de los kilómetros recorridos. También es importante mencionarlo: si ves signos del agarrotamiento de las articulaciones al empezar la carrera o después de llegar a casa, esto podría deberse a un exceso de estrés transmitido al pie debido al desgaste en zapatillas.
Otros detalles son el desglose del material superior (upper) y el endurecimiento del lomo de la suela tras varios kilómetros de uso. Para entender cómo determinar si es momento para cambiar, considera estos síntomas adicionales como: agarrotamiento o molestia en las articulaciones menores (tarsos metatarsianos) al caminar. Es posible que puedas sentir algo similar a la irritación en el pie sin saber por qué lo causó. En muchas ocasiones puede resultar complicado identificar la fuente de esta sensación debido al uso regular pero lo cierto es que la zapatilla ya está pasando un estado crítico.
Los problemas se agravan con cada etapa: las deformidades y desgaste de la suela comenzaron a ser más pronunciados. A medida que el rígido uso continuó, la calidad de tu carrera puede comenzar a ir disminuyendo. Deja claro que si los primeros síntomas se han convertido en algo grave no podemos retrasarlo. No te equivoques pensando con seguridad que un par desgastado es seguro por cierto período o distancia recorrida. La cantidad de uso no se relaciona directamente con el estado y calidad de las zapas.
Cambiar Haciendo Un Análisis
Entendido que ha llegado la hora, ahora sabemos cuándo pero aún queda saber cómo hacerlo para evitar complicaciones o dolencias futuras a tu pie debido a una ruptura. Una buena decisión para considerar al momento del cambio de zapas es elegir un modelo con las mismas características y preferencias que tu zapatilla actual lo cual puede mejorar la comodidad en el tiempo.
Pero ¿cómo evaluar correctamente un par nuevo? Para tener confianza, debemos verificar la suavidad y comodidad. Aquí es donde entrarán otros factores más subjetivos, como considerar la sensación que te producen los nuevos zapas al caminar o rodar. Para saber si tu nueva zapatilla es cómoda, una sugerencia posible es comprar un par nuevo y no abrir el empaque hasta haber corrido 800 metros. Después, puedes comparar la comodidad de tu nueva zapatilla con la desgastada.
En esta etapa de análisis, considera estos aspectos en mente: si encuentras una diferencia significativa entre ambos es un claro signo de que se produjo el agrietamiento y debe ser el momento de realizar el cambio. Si no, continúa rodando a tu paso como siempre. En cuanto a la reparación, te lo dejamos claro: las zapatillas ya tienen su vida útil limitada con cada desgaste, por lo tanto solo hay una solución si lo intentas repetidas veces que encontres más agrietamiento y se llegue al punto de ruptura.
El Impacto de No Cambiar

La respuesta a la pregunta '¿cuándo cambio mis zapatas?' puede dejarse un poco retrasada por nuestra indolencia. Es cierto que con las opciones actualmente disponibles de mantenimientos personalizados en tiendas especializadas, el problema puede terminar evitando complicaciones menores pero también no podemos ignorar la posibilidad de los síntomas se desenfrenen y produzca una ruptura.
Si bien consideramos estos riesgos asociados al usar zaparras descuidadas, es posible que estemos pensando en nuestra salud cuando el desgaste de la zapatilla acaba siendo un problema en nuestras articulaciones. Una vez más es momento para revisar en lo relativo a cambios, si no eres de uno de estos casos no te sientas apresurado pero ten en cuenta que también el retraso no puede terminar siendo beneficioso y al desatenderlo solo nos acercamos más hacia la dolorosa realidad.
Este maltrato puede resultar lejos de tus expectivas, considera como primer síntoma de un mayor desgaste, por ejemplo, sentir dolor en las articulaciones menores. Es común que los problemas comenzaran sin percepción o concienciación e ido pasando a ser cada vez más frecuente y si no se toma acción para cambiar, con el tiempo pueden convertirse en serias molestias. Cada problema adicional se va acumulando y puede terminarte dando las primeras señales del malestar en tus articulaciones hasta una lesión.
Cambio de Zapatillas: Preparación Anticipada
A partir de todo lo descrito hay una cosa fundamental que es importante considerar a la hora de cambiar tu par. La preparación para el cambio de zapariño debe hacerse sin precipitarse por un nuevo modelo, no debes limitarte únicamente a comprar otro y lanzártelo desde un punto fijo en tierra, esto puede hacer creer al comprador que las nuevas piernas son más cómodas o le da a la sensación de que es lo mismo (si ya tienes un modelito conocido para comparar).
Por eso el consejo general al día de hoy es comprar dos nuevos modelos antes del cambio. Sin contar el tiempo transcurrido, solo debes pensar en darle comodidad y ver si las piezas se sientan acordes.
No quemas etapas y espera un modelo completo con las características y preferencias que tu zapatilla actual tiene ahora mismo para asegurar la calidad y comodidad.
La última pregunta antes de terminar es: ¿debo tomar medidas? Si respondido lo anterior no tienes duda ya sea por las razones mencionadas, solo recuerda llevar esta acción a la práctica y realizarla pronto cuando sea el momento. Las articulaciones y salud son fundamentos principales en tu vida que no tienen porque ser sacrificados.
Deja una respuesta