Por qué aparecen calambres por causa de correr rampas

El dolor intenso y súbito conocido como calambre puede producirse en las pantorrillas debido a múltiples causas, entre las que se encuentran un estado debilitado de los músculos de la cadena posterior, falta de hidratación, desequilibrios electrolíticos, inicio o final violentos al correr y el terreno irregular que se cruza durante una carrera, lo que puede aumentar enormemente la posibilidad de que comiences a tener calambres en las pantorrillas. Correr rampas es especialmente peligroso para los atletas que no están acostumbrados a realizar ascensos largos porque, por lo general, necesitan trabajar sus músculos para tratar de corregir su fuerza muscular y potencia mientras se desplazan.
Los calambres de las pantorrillas pueden ser especialmente dolorosos y son una de las razones principales para que los atletas desistan de sus entrenamientos de correr. Si tu cuerpo no está acostumbrado a realizar movimientos inusuales e intensos durante el ejercicio, lo más probable es que comiences a experimentar calambres en las pantorrillas cada vez que realices una carrera prolongada o estirado en un terreno irregular.
La causa principal de los calambres en las pantorrillas al correr es la fatiga muscular. Los músculos se contraen y se descontractúran porque están cansados debido a la constante contracción del músculo. En el caso de los atletas, por lo general se deben a un estiramiento excesivo o una torsión en algún músculo de la pierna.
Efecto del estrés sobre los músculos
El estrés que causa debido al correr de rampas produce un mayor desgaste de los músculos con el tiempo. El músculo tarda más tiempo en recuperarse como consecuencia de las fatigas o esfuerzos muy frecuentes de realizar ejercicios prolongados, lo cual genera un daño irreversible que podría llegar a generar calambres durante mucho tiempo después.
Por supuesto que no todos los corredores sufren este problema de salud pero sí muchos atletas confirman que una larga serie de entrenamientos puede provocar calambres con frecuencia. Además, es posible causar estrés sostenido a sus músculos, que pueden terminar volviéndose más débiles y estirándose con mucha frecuencia debido al sobreesfuerzo cuando no se toman las precauciones necesarias durante cada entrenamiento
Algunas de estas lesiones son causadas directamente por el impacto constante y los movimientos intensos provocados durante el ejercicio, aunque los atletas también corren riesgo de recibir una patada a un compañero de equipo mientras se encuentran realizando sus rutinas de entrenamiento.
Desequilibrio nutricional
Es muy importante no olvidar que llevar siempre agua previene calambres en las pantorrillas. La falta de hidratación se convierte en uno de los factores principales que conducen a la aparición de dolencias musculares y fatiga durante el ejercicio.
Algunos deportistas pasan horas practicando sus entrenamientos sin comer algo sólido o tomar algo con un equilibrio alto de proteínas y calorías. De otro lado, pueden caer en desequilibrios nutricionales si el cuerpo humano no se da a sí mismo la cantidad suficiente de nutrientes durante las 24 horas del día, así que asegúrate de consumir lo suficiente comida antes de realizar tus rutinas de entrenamiento sin olvidar llevar snacks.
También debemos prestarle mucha atención al estado nutricional antes e inmediatamente después de realizar ejercicios. Este es un punto clave para evitar múltiples lesiones y fatiga musculada mientras se practican rutinas de entrenamiento que requieren músculos fuertes.
Problemas de electrolitos

El problema principal aquí es el equilibrio de los minerales para evitar problemas como la deshidratación. Además, los atletas pueden sufrir una deshidratación excesiva en caso de que se encuentren realizando ejercicios largos y prolongados durante todo un día. Hay diferentes casos de deportistas a quiénes les salía sudor en abundancia por lo que las personas que corren en el verano deben llevar con ellas una botella de hidratación.
Por otro lado, debido al movimiento que se está ejecutando mientras se realiza cada entrenamiento, el cuerpo humano busca equilibrar mediante diversos procesos los cambios constantes del tiempo. Es importante observar los desequilibrios para evitar problemas a largo plazo como la fatiga muscular. Lo más recomendable es llevar siempre una botella de agua con los eléctricos durante un ejercicio previo, como por ejemplo antes de entrenarnos corriendo en el parque.
A pesar de ello, la mayoría de atletas sufrían problemas respiratorios. El movimiento de correr produce que nuestras vías respiratorias se estiren y aumenten considerablemente debido al esfuerzo hecho.
Dificultades durante el final del ejercicio

La realidad del ejercicio puede generar fatiga por lo que los músculos tienden a contraerse y relajarse con la frecuencia. El problema principal de este caso proviene del fatigado muscular y puede tener las consecuencias de tener contracturas o dolores musculares.
No obstante, a veces el ejercicio se realiza al día siguiente de un largo entrenamiento. Algunos atletas prefieren no hacer rutinas para evitar calambres pero la realidad del hecho de que correr es necesario impulsa en los deportistas hacer rutinas con menos fuerza.
En muchas ocasiones, este dolente que se presenta puede ser causado por un inicio o final mal de las rutinas. Es importante mantener el equilibrio para así no generar problemas durante tus entrenamientos si deseas ir cada vez más fuerte.
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