Crujir los dedos es malo para tus articulaciones

Es un gesto común en la sociedad moderna, donde la gente cruja sus dedos como una forma de expresar frustración, aburrimiento o impaciencia. Sin embargo, poco se sabe sobre los daños potenciales que este gesto puede causar en nuestras articulaciones. En esta guía exploraremos los efectos a largo plazo del crujir de dedos y cómo puedes proteger tus articulaciones.
El crujir de dedos implica el movimiento brusco y repetitivo de las junturas conectando nuestros dedos. Esto puede generar un daño significativo en las articulaciones debido al estiramiento excesivo que causa en los tejidos que rodean los huesos, lo cual se conoce como artrosis. La artrosis es el resultado del desgaste de los cartílagos que amortiguan los movimientos de las articulaciones cuando nos movemos. Además, el crujir de dedos también puede causar problemas musculares y tendinosos.
Los efectos a largo plazo del crujir de dedos pueden variar en función de la frecuencia con que se ejecuta este comportamiento. Los estudios sugieren que aquellos individuos que exhiben una mayor actividad repetitiva o estresante de las articulaciones tienen más probabilidades de experimentar daños a largo plazo.
En efecto, no hay que descartar el riesgo añadido debido al uso habitual de dispositivos electrónicos y la postura inmóvil durante largas horas. Este tipo de hábitos de vida puede predisponer a personas a ejercitar movimientos repetitivos alrededor de las articulaciones.
Por lo tanto, resulta esencial reconocer los signos tempranos de estrés repetitivo que puedan estar afectando nuestros dedos y buscar ayuda médica. Es recomendable que veamos un ortopedista o un fisioterapeuta si experimentamos algún dolor repentino que persista por períodos prolongados.
¿Cómo afecta el crujir de dedos nuestras articulaciones?
El movimiento brusco del crujir de los dedos ejerce una gran presión directamente en la articulación de los dedos de nuestra mano, lo cual es susceptible a sufrir daños. Al hacerlo puede causar inflamación y desgaste articular. Los estudios han demostrado que este tipo de actividades repetidas pueden generar el mayor estres de carga para las articulaciones cercanas.
Crujir los dedos también es propenso a agrietamiento del ligamento, la estructura fibrosa y conectivos que mantenga en su lugar nuestro hueso. Después de un período prolongado de movimiento excesivo, se puede generar desgaste articular. El resultado final podría ser el desarrollo de lesiones articulares severas o incluso rupturas.
Cuanto más frecuente sea el comportamiento del crujir los dedos, mayores podrán ser los riesgos de daño para nuestras articulaciones. Los individuos que cruzan sus dedos con intensidad y frecuencia pueden desarrollar complicaciones crónicas a causa del desgaste de articulación subyacente causado por el movimiento excesivo.
Riesgos adicionales asociados al crujir de los dedos

Al igual que ocurre con otros tipos de daños mecánicos, existen ciertos grupos poblacionales más propensos a desarrollar lesiones como resultado de este gesto. Las personas mayores tienen peores condiciones musculares, lo cual hace que sean más vulnerables al desgaste articulación causado.
Asimismo, los niños que aprenden crujir sus dedos pueden sufrir pérdida irreversible a largo plazo si no se detiene cuando aún son jóvenes. Además, estudios de investigaciones también afirman que otros factores como la genética juegan un papel significativo en cuanto al desarrollo de enfermedades del tejido óseo.
Por lo tanto, es fundamental estar cognoscente de cuándo buscar ayuda profesional debido a su riesgo personal y condiciones actuales de salud. No existen indicaciones explícitas que te permitan determinar si existe daño articulatorio grave, pero siempre vale la pena solicitar un consejo del profesional de salud para asegurarte de lo que ocurre.
Cómo reducir los efectos nocivos del crujir de dedos en las articulaciones
Aunque no puedas cambiar por completo tu hábito o evitar cualquier episodio espontáneo, sí puedes incorporar pequeños ajustes a largo plazo para aliviar el estres. Un buen método es hacer ejercicios estiramientos y calentamiento antes de emprender actividad con movimiento físico.
También resulta recomendable mantener una rutina diaria de cuidado de las manos en la que apliques geles o cremas para reducir rigidez articular. El uso constante de dispositivos electrónicos debe ser limitado y compensar el tiempo restante con acciones más sanas, como ir andando.
Es crucial buscar alternativas al crujir los dedos y aplicarte los buen hábitos a largo plazo para mantener saludadas tus articulaciones. Los efectos de no modificar su comportamiento a causa de que siente cómodo hacerlo pueden tener complicaciones si se ignora la importancia del cuidado articular.
Conclusión

En general, el crujir los dedos tiene poco beneficio y gran impacto negativo sobre nuestras articulaciones a largo plazo. Aunque parezca una acción simple y breve como no puede ser tan mala su reputación ha sido ampliamente abusada por la repetición del comportamiento.
Al hacer modificaciones positivas en tu día, al realizar el cuidado general de tus manos para mantenerlas saludables y evitar un estilo de vida sedentario, puedes ayudarte a ti mismo desde el principio. Por lo tanto, debes considerarlo como una rutina incorporada en tu vida para la salvaguarda articular y lograr una buena salud ósea.
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