Cómo correr con fascitis plantar: tratamiento para aliviar el dolor

La imagen muestra una pierna feminina con características similares a la edad avanzada

La fascitis plantar es una condición inflamatoria que afecta la banda de tejido fibroso conocida como fáscara que se encuentra en el fondo del pie, particularmente bajo la parte externa y media del arco del pie, justo en frente del calcaneo. Los síntomas comunes incluyen dolor o entumecimiento en la planta del pie, rigidez de los dedos inferiores al despertar por la mañana y sensación de que camina sobre los talones, lo cual puede sentirse especialmente grave después de realizar actividad física o permanecer de pie durante lapsos prolongados. La fascitis plantar puede ser causada por actividades repetitivas como correr, subir escaleras constantemente, estar parado durante largos períodos o caminar por terrazas inestables.

El tratamiento generalmente se enfoca en la reducción del dolor y alivio de la inflamación. Una forma eficaz para abordar esto es a través de técnicas de estiramientos regulares, como estirarse después de correr y hacer ejercicio constante aunque sea durante un corto período cada día. Esto ayuda a liberar el área con flujo sanguíneo que alivian los síntomas. Además, usar calzados adecuados se vuelve crucial ya que pueden afectar en gran manera el tipo de dolor y la gravedad en la que el pie sufre.

Mantener una actitud positiva sobre esta condición es crucial para enfrentar las sesiones de entrenamiento con espíritu competitivo y resistencia. Sin embargo, es esencial evitar excederse durante los sesiones de entrenamiento ya que las secuelas posteriores pueden verse afectados de manera negativa.

Índice
  1. Causas y síntomas
  2. Tratamientos efectivos
  3. Preparación previa
  4. Conclusiones generales

Causas y síntomas

Una persona de mediana edad está sentada en un sofá con una expresión preocupada

La fascitis plantar puede ser causada por una amplia gama de actividades repetitivas como correr o caminar. Esto se debe a que estas acciones generan movimiento constante sobre el pie lo cual es difícil para nuestro cuerpo soportar, provocando inflamación y dolor en la zona afectada.

Si no tomamos los cuidados necesarios antes de realizar dicha actividad puede conducir rápidamente hacia una inflamación más extensa del área afectado. Para evitar esta situación es fundamental consultar a un especialista quien pueda indicar las mejores técnicas para controlar el estrés que genera este tipo de actividades.

Los síntomas se hacen presentes rápidamente ya que la inflamación no tarda en estar presente. Esto resulta especialmente doloroso después de realizar actividad física o cuando te levantas por la mañana, momentos donde esta área del pie puede sentirse particularmente sensible debido a la rigidez muscular.

Tratamientos efectivos

Está comprobado que algunos pasos para aliviar el malestar están relacionados con tener una postura adecuada durante las actividades físicas tanto corriendo como realizar ejercicio. Además mantener un horario de ejercicios constante si tu situación lo permite, contribuira en gran manera a no agotamos los músculos afectos.

El descanso y la aplicación de hielo en el área afectada durante períodos prolongados pueden ser otras fuentes para reducir dicha inflamación. Además, se sugiere utilizar una manta térmica o un traje térmico. De igual manera no dudes en consultar con un especialista ya que podrá indicar lo mejor según la gravedad de tu condición.

Otra opción también muy efectiva para reducir los estragos causados por dicha inflamación es el masaje y la acupuntura. Esta terapia aplicada por expertos viene en ser una de las fuentes más populares para este problema. Cabe aclarar que esta técnica requiere paciencia ya que es un proceso bastante largo.

Preparación previa

Una persona sostiene una pierna sobre una mesa con un zapato parcialmente escondido cerca del tobillo

Para empezar con el entrenamiento, es importante realizar calentamientos que no afecten la zona plantar, evitando ejercicios de fondo cortos sino más bien estirándose antes de empezar cualquier ejercicio. En estos casos los ejercicios son ideales para prepararte y sentirte cómodo en ti mismo hasta llegar a tu punto óptimo donde puedes ir corriendo.

Una vez que estés listo para tu entrenamiento tienes la posibilidad de usar un par de zapatos que vayan diseñado para personas con esta condición. Los zapatos ortopédicos pueden ser una excelente opción ya que soportarán mejor estas presiones y te permitirán correr de manera cómoda.

El control está en tus manos, así que es importante mantener un horario constante si estás planeando realizar el entrenamiento, esta será la forma más rápida para solucionarlo a finales del mes. No obstante lo mencionado anteriormente y las ventajas de este tratamiento, la paciencia también jugará un papel muy significativo en estos momentos.

Conclusiones generales

Una mujer de mediana edad lee un libro en el sofá con una expresión preocupada

Correr con fascitis plantar requiere un enfoque preventivo para minimizar el dolor e inflamación. Al mantener un calendario constante y hacer rutinas de estiramiento adecuadas puedes asegurar que tu condición mejore rápidamente. Recuerda dar tiempo a tu cuerpo para que se ponga al día, siempre es importante tener en cuenta tus limitaciones.

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