Cómo cuidar el pie de corredor para evitar lesiones

Para los que practican la carrera como forma de ejercicio o deporte, prevenir lesiones es sumamente importante. En particular, se deberá prestar atención especial al cuidado del pie, ya que este se encuentra expuesto constantemente a las altas cargas y tensiones producidas durante un entrenamiento.
Sin embargo, muchos corredores pasan por alto la importancia de mantener su salud de manera adecuada, por lo que este hábito debería ser trabajado en los que desean practicar esta disciplina deportiva sin inconvenientes. Por ello os daremos consejos para asegurar que tu carrera no se vea impedida por ningún problema relacionado con tu pie.
El tipo de pisada correcto
Por lo general, cada persona tiene una pisada única y diferente a las demás. Esto ocurre debido a pequeños cambios sutiles en el tobillo, talones o huesos que pueden influir enormemente sobre el modo de caminar del individuo. Por su propia naturaleza, esta circunstancia puede generar problemas durante la carrera debido a la falta de equilibrio y estabilidad que ofrece dicha pisada.
Los pies con una pisada pronada tienden a ser aquellos en los cuales se aprecia un arco plantar algo débil o bajo. De esta manera, el pie, al recorrer los 20 cm del trayecto de contacto entre la planta y el suelo (es decir, cuando nuestro peso está sobre este último), cae hacia ados con mayor propensión al exterior debido a su flaqueza.
Por lo tanto, si en ti se encuentra este problema también es posible que experimentes una tendencia del peroneo superior posteriormente. Para solucionar esta problemática, puedes intentar mantener las caderas rectas, mejorar el desequilibrio del arco plantar o incluso realizar entrenamientos de sentados.
Si su pie tiene la típica pisada supinada, ésta se corresponde con pies fuertes y firmemente asentados. Dicho tipo de pisada suele ser la común en personas con arcos superiores bien diseñados. En el caso en el que realices actividades físicas como correr durante periodos más prolongados, podrías sufrir lesiones de tobillos o perónidos debido a que al caminar, recuerde siempre mantener las rodillas y caderas ligeramente flexionadas.
Sin embargo, también debemos destacar la importancia del desgaste constante de los distintos tipos de pisada sobre nuestros arcos. Por ello, cuando corras por caminos empinados a grandes pendientes (por ejemplo), es necesario adoptar pequeños cambios en nuestra posición para evitar posibles lesiones debido al cambio en la dirección en la que nos movemos.
La zapatilla adecuada

Si eres un aficionado a la carrera, sabrás cómo cuidar tus pies con herramientas y zapatillas recomendadas. En este punto, te aconsejo utilizar cada tipo de zapato para realizar ejercicios específicos según tu pisada, o lo que es lo mismo, las dosis diarias en función de nuestros pies son diferentes y por ello debemos variarla.
Es importante no dejar pasar un momento para ir al almacén de tiendas deportivas de la zona con el objetivo de conocer qué modelos hay disponibles. Aunque el dinero que quieres destinar a conseguir zapatillas cómodas es tu única preocupación en ese momento, te recomiendo no pagar poco por una zapatilla barata si esta carece de cualidades que contribuyan a nuestra salud.
Las diferentes calzadas con las características que más se adecuan para correr, pueden ser elegidas dependiendo del lugar al que vas a ir. Las superficies y rutas varían en el tiempo y según la ubicación geográfica; esta información debe ser tenida muy en cuenta antes de buscar una zapatilla para realizar un posible ejercicio con tu tipo de pisada.
Las primeras opciones recomendadas, pueden ser aquellas con base flexible o amortiguadora. Esta es una característica ideal especialmente si se practican las carreras sobre caminos arenosos o de tierra. Además, debes tener la práctica adecuada, ya sea que corras 30 minutos o más.
Otro modelo con una calzada firme y rígida sería igualmente útil en algunas superficies del recorrido ya que ofrece buen desempeño y aguante, al ofrecer cierta estabilidad, sobre todo si esta se realiza a velocidades altas. A diferencia de la anterior, tiene el único inconveniente en su falta de amortiguación para caminar o correr con una velocidad alta.
Además, encontrar una zapatilla resistente puede ser también muy beneficioso. Así se podrán prevenir posibles lesiones debido a la falta de estabilidad que ofrecen los modelos desgastados.
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