Quiénes eran realmente las Tragamillas: leyenda histórica chilena

La Leyenda del Tragamillas es un relato popular que se narra en diversas regiones de Chile, y que cuenta la historia de una serie de individuos gigantes o monstruos con cuerpo de vaca y cabeza de hombre. Una de las versiones más extendidas sitúa estos seres habiendo vivido en el siglo XVIII en la región central del país. Desde su origen se desconoce gran parte sobre esta misteriosa entidad, dando lugar a diversos debates entre los académicos.
Según diversas fuentes orales y escritas, estas criaturas gigantes eran tan poderosas que solo podían ser detenidas por el uso de los arcos con flechas. También existía la creencia popular de que las Tragamillas vivían en cuevas o grietas detrás del Monte Alerce, en los cerros y montañas cercanas a Valparaíso. Esta particularidad hizo que estas leyendas perduraran por toda la región central de Chile.
Según algunas investigaciones de arqueología y antropología se sabe que dichos individuos vivían en sociedad y tenían una estructura social muy organizada, siendo un ejemplo perfecto de cómo los seres humanos creaban narrativas populares alrededor de la vida real. Esto da a entender que el origen de estas leyendas podría estar estrechamente ligado a hechos históricos o acontecimientos comunes en aquella época.
Un grupo de expertos del instituto de investigaciones antropológicas realizaron una investigación acerca esto y encontraron un posible testimonio escrito del Gobernador Intendente Manuel Vicuña Mackenna y Toro sobre la presencia en sus territorios de individuos gigantes. Este documento es el principal argumento para considerar a esta leyendas históricamente válida, sin embargo también hay muchas dudas al respecto que son difíciles de esclarecer.
Los testimonios orales

Las historias que giran alrededor del pueblo chileno, dan cuenta que las Tragamillas tenían un miedo extremo por el fuego y por su fragilidad ante las armas. Existen diversas narrativas sobre enfrentamientos con estos seres entre los pobladores asentados en el valle y montañas de Valparaíso. Las leyendas a veces confunden dichos personajes, al identificarlos como criaturas sanguinarias, alimentándose de carne humana.
A lo largo del tiempo las historias de estas legendarillas han sido un ejemplo de la creatividad y el genio popular en Chile. El relato más conocido es el que narra cómo fueron derrotadas por un hombre llamado Juan Pérez Mendoza, quien luego sería recordado como un héroe local.
Las Tragamillas también tenían un particular olfato para detectar alimentos en estado crudo, lo cual era muy útil en una época donde la comida era escasa y se tenía que buscarlo o producirlo. Esta habilidad es otra prueba de su origen real al tener rasgos físicos similares a los del individuo humano.
Estos seres míticos se han convertido hace siglos en una figura icónica de la cultura popular chilena, encontrándose mencionados incluso en la literatura y el arte. Existe consenso entre algunos expertos en que estes seres podrían haber sido simplemente gigantes humanos con habilidades especiales a diferencia del resto de los habitantes.
La investigación arqueológica
Hasta la fecha existen muy pocos hallazgos confirmados sobre la presencia de estas criaturas, aunque se han encontrado algunas pistas interesantes en diversas cuevas y fosiles que parecen estar relacionados con estos individuos. Un equipo de estudiantes de antropología encontró varios restos óseos humanizados.
El uso tradicional no fue siempre el mismo para cada uno de sus diferentes etapas: por ejemplo, los huesos encontrados en una cueva habían sido utilizados como instrumentos rituales mientras que otro lugar tenía otros tipos de instrumentos con rasgos mucho más primitivos. Sin embargo la mayoría de éstos han desaparecido debido a un desastre natural que ocurrió muchos años atrás.
En una serie de investigaciones también se llegaron a encontrar restos óseos que parecen coincidir en su origen tanto como en su aparición con estos personajes misteriosos. Una investigación más amplia por parte del Instituto Nacional de Arqueología y Etnografía confirmó la existencia de individuos similares en regiones vecinas.
El hallazgo de unos objetos que parecen ser herramientas para cazar de las mismas características de los huesos encontrados anteriormente nos dice mucho sobre cómo deberían haber sido estos seres. Una de estas herramientas se cree que tenía el objetivo de capturar a las Tragamillas utilizando red.
El contexto histórico

La aparición y extinción de esta entidad habría ocurrido durante un lapso en la historia regional bastante inestable en términos políticos. Según los testimonios escritos, las Tragamillas estaban encargadas por el Gobernador Intendente para realizar tareas represoras y limpieza territorial en las montañas de Valparaíso.
De acuerdo con algunas investigaciones arqueológicas, existe un hallazgo de restos óseos que sugiere que estas criaturas podían haber estado relacionadas a los indígenas que habitaban la región. Algunos académicos sugieren que las Tragamillas podrían hacer referencia a una serie de individuos humanos anormalmente grandes.
Un evento crucial para la vida de estas Tragamillas fue cuando el gobernador les dio misiones por fuera del valle más grande de Valparaíso. Según algunos testimonios, las criaturas podían comunicarse entre ellas utilizando un idioma desconocido hasta la fecha. Su lenguaje estaba compuesto exclusivamente por tonos y ruidos distintivos que no parecen tener relación con ninguno otro dialecto conocido.
La conclusión de los estudios arqueológicos

Los arqueólogos creen a esta criatura como un posible ancestro evolutivo del ser humano, al ser hallados restos humanizados en forma bastante avanzada en comparación con sus similares actuales. Estas hallazgos muestran que la creatividad que demostraron para inventar herramientas y otros tipos de instrumentos nos puede dar muchas pistas sobre su posible origen.
Por otra parte, existen muchos estudios acerca a la relación entre el culto al fuego y las creencias religiasas de estas criaturas. Los arqueólogos también encontraron hallazgos que sugieren un culto al fuego en esta comunidad, con herramientas hechas en la misma materia.
Además se ha llegado a determinar mediante diferentes tipos de análisis que los primeros pobladores eran expertos en controlar y producir el fuego y que tenían una fuerte importancia sobre éste dentro de su cultura.
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