Cuán común es la tendinitis en los dedos del pie y cómo tratarla

Comenzaré explicando el qué, quién y por qué se desarrolla esta dolencia en nuestra población cada vez más sedentaria y que también nos gusta hacer actividades deportivas. En primer lugar tenemos que entender de qué se trata la tendinitis, una inflamación del tejido del tendón, causada por el exceso de ejercicio o el uso constante de los músculos involucrados en un movimiento específico y las personas más susceptibles son aquellas con antecedentes previos de lesiones músculo-tendinosas, así como la población mayor de 40 años.
En segundo lugar tiene mucho que ver nuestras adicciones en ciertos deportes o actividades relacionadas con el atletismo ya que el pie es uno de los puntos más afectados. La causa detrás de este padecimiento no sólo es la rutina diaria y sobreentrenamiento a largo plazo antes de estar completamente listo para ejercitarnos, algo muy común en los deportistas inicios o aficionados, pero también el calzado que utilizamos puede ser uno de los culpables responsables por los dolores y tensiones que sufre nuestro pie.
Si bien es cierto el uso reiterativo repetitivo del tendón de Aquiles puede dar un golpe en cualquier etapa de la vida. En mi caso, tenía más de cincuenta años cuando empecé a experimentar dolores punzantes y con dolor crónico y de leve a moderado sin ningún precedente previo, pero lo cierto es que se puede desencadenar muy fácilmente en personas delgadas que siempre han estado en forma. Por lo tanto no necesariamente es culpa mía ni por mi edad.
Este padecimiento o lesión no solamente tiene causas relacionadas a nuestra salud personal. Otros factores desempeñan igual importancia como el agotamiento físico y un mayor esfuerzo que requerimos del calzado, ya sea en la práctica diaria cotidiana o al realizar entrenamiento fuertes de una actividad física específica; y este factor no está limitado a las personas con dolencias previas. Por eso se debe hacer un seguimiento médico rutinario cuando presentemos cualquier síntoma.
La causa principal de esta lesión es el sobreesfuerzo en los músculos y la articulación donde está insertada en el hueso, ya que, debido a su función para impulsar o soportar, estos se verán bastante solicitados. Pero sobre todo sucede cuando la actividad deportiva intensa comienza siendo muy reciente y la intensidad no es adecuada con nuestra resistencia inicial a las cargas del uso reiterado en una actividad deportiva específica que también puede desencadenar tendinitis o inflamación por el calzado.
Aunque como se ha mencionado anteriormente, la causa de esta problemática generalmente tiene más relación con el ejercicio excesivo en un determinado momento. Esto explica que los deportistas aficionados y principiantes también sean frecuentes víctimas del sobreesfuerzo. Otros factores son una serie de circunstancias particulares que pueden estar más relacionadas al calzado como usar zapatos mal ajustados para caminar.
La situación cambia a lo largo del día, o cada vez que la lesión se vuelve a desarrollar, lo cual conlleva dolor e inflamación. Por ejemplo, los dolores causados por las inadecuadas prácticas al ponerse los zapatos pueden ser de carácter punzante y no necesariamente crónicos. Además, si tenemos malos pies o arquean nuestro pie exageradamente hacia abajo (y también a lo largo), es posible que también sean un factor de riesgo porque el problema principal se debe a la mala postura del pie mientras andamos con los zapatos.
Es importante destacar que esta condición puede durar más tiempo con el agotamiento si somos conscientes de que necesitamos descanso, y no estar preparados para el uso reiterativo continuado sin una adaptación adecuada a nuestro cuerpo.
Tratamientos caseros
Para recuperarse rápidamente de esta dolencia, los primeros pasos incluyen mantener el pie en reposo y aplicar hielo durante unos 15-20 minutos varias veces al día para reducir la inflamación. También es ideal realizar baños termales de agua templado para calmar la zona dolorida. La **inflamación puede ser muy molesta e irritante, como bien se puede colegir a partir del tipo de sintomas que suele tener debido al sobreuso y que no son solo dolencias musculares.
Aunque con estos consejos parece sencillo tratar esta lesión en casa. Es posible que se requiera una evaluación más detallada por un profesional especializado como podía ser el caso, pero lo cierto es que de seguir los primeros pasos siempre resulta beneficioso para ayudar a nuestro cuerpo a recuperarse rápidamente.
Sin embargo, la causa principal es fácilmente evitable si nos comprometemos a reducir nuestros niveles de estrés y realizar algunos cambios pequeños como cambiar el calzado. Aunque se desconfía de un diagnóstico en el que también se sospecha una infección debido a este tipo de dolencia, si aparecieren otros síntomas adicionales, o los tratamientos pasan largos períodos sin ser efectivos para aliviar este dolor muscular como son calambres dolorosos en la mano cuando realizamos actividad. En tales casos resulta que se debe buscar un diagnóstico más preciso y tratamiento especializado.
Por último me gustaría mencionar en estas afecciones se puede realizar un tratamiento específico con fisioterapia, y este es el caso si no hay cambios notables después de haber pasado varias semanas aplicando los tratamientos descritos. Los médicos pueden recetar fármacos para tratar las lesiones por sobredolor, como son analgésicos y otros medicamentos más fuertes que ayuden en la recuperación del paciente con tendinitis.
Tratamiento de fisioterapia

En relación a los tratamientos anteriores. La fisioterapia es otro tratamiento muy efectivo, ya que se ajusta a las necesidades del paciente en particular y con ello mejora cada día en mayor medida su movimiento y no solo la flexibilidad de las articulaciones sino también ayudándole a controlar el dolor muscular mediante técnicas de masajes.
Esperanza de recuperación y tratamiento si somos pacientes dedicados, tenacidad para realizar los ejercicios que nos recetan para poder volver rápidamente a hacer lo que antes realizábamos sin este síntoma. En estos casos como ya se ha mencionado anteriormente la condición en muchos casos se puede prevenir o al menos reducir las posibilidades de que vuelva una vez más.
Por eso, lo primero es que los tratamientos deben ser seguidos con esfuerzo y dedicación para seguir adelante de manera ordenada. Se debe ser consciente de la situación y saber cómo proceder para no extender el tratamiento en el tiempo lo más posible.
Si a pesar del tratamiento se mantienen algunas molestias o dolores en estas articulaciones, hay que tener mucho cuidado por si se trata de una lesión muscular que estuviera oculta. Y como también sería conveniente visitar al médico para una evaluación más detallada y asegurar nuestra salud a largo plazo.
Si tenemos la condición adecuada física o con tratamiento con fisioterapia podemos tener resultados bastante positivos en caso de no ser muy común y si somos pacientes dedicados al tratamiento que recetan los médicos y realizamos el mismo sin faltar ningún paso.
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