Quién era Wilma Rudolph, la gacela negra que ganó oro olímpico

Wilma Rudolph apunta a un atisbo de glamour junto al rastro de su juventud en un pasillo desolado y abandonado

Wilma Glencoe Rudolph fue una atleta estadounidense que vivió del 23 de junio de 1940 al 12 de noviembre de 1994. Sus logros en el campeonato deportivo se destacaron por su capacidad única para superar barreras físicas y emocionales. La famosa frase "Tengo la pierna enferma" se utilizaba comúnmente, pero Wilma enfrentó ese diagnóstico como una invitación a hacer más deportes.

Los recuerdos de sus padres en Motlow, Tennessee no se quedaron cortos después de conocerla. A pesar de las complejidades familiares con su abuela y su bisabuelo, que vivió en el este del país en Alabama mientras estaba criando a Wilma, ellos le permitieron ser una niña atleta. Al igual que su hermana mayor cuando era joven se encargaba de cuidarla.

Mientras tanto, sus padres reconocían que siempre había un sueño detrás del cual trabajaban los niños de la comunidad en las actividades físicas del barrio. Después de la infancia y su primer año de escuela secundaria, Wilma enfrentó una de las grandes deficiencias que le impidieron correr.

Índice
  1. Superación de obstáculos
  2. Carrera deportiva
  3. La importancia de la igualdad
  4. Conclusión

Superación de obstáculos

Si bien, era un día normal de juego a la hora de estar en el parque para ir al colegio. Un niño con los pies más rápidos se percató de que había otro más rápido por su estilo particular, y Wilma siempre tuvo como meta ver qué les diría a esos muchachos cuando se encontrara en un tramo de correr en forma. Además tenia mucho miedo del tobillo al caminar pero ya empezaban a hablar de hacer el salto, mientras le gustaría más a los otros niños.

Fue entonces que su maestra de tercero le pidió llevarse a casa sus zapatos y calcetinas para poder hacer el diagnóstico del problema porque creía algo había que estaba pasando tras sentir el tirón en el tobillo después dar un paso. En ese día todo se esfumó, su vida no podía ser tan cruel como ella pensaba; ya era tarde a la noche. El siguiente trámite para poder realizar sus mejores movimientos se le aceleró aún más: fue visto que su familia le iba hacer llegar el tratamiento al médico con la esperanza de que el cuerpo le permitiera recuperar salud.

Después del tiempo pasando en esa casa para estar al lado de los padres hasta sentir que por fin estabas mejor, pero a pesar de que sentías dolor en la pierna. La vida como tal volvió otra vez con una nueva energía mental que estaba poniendo sus ojos en buscar nuevos objetivos que darle el mejor valor de sí misma cuando la pasión al deporte apareció en su corazón.

Carrera deportiva

Wilma Rudolph se embarcó a la carrera olímpica con muchas dificultades para superar. Si había algún niño de su edad que tenía un pie más rápido; se esfumaba muy rápidamente, pero la atleta perseveraba y ganaba más fuerza física ya estaba listo el gran momento de enfrentarse a los mejores deportistas del mundo.

Era tan bueno al verla en acción en esos eventos al estilo deportivo que las personas que estaban pasando frente a casa concurrieron de igual forma. Cuando se dio cuenta de que todo sufrimiento iba a desaparecer una vez más, el equipo fue mejorando poco después cada día en las carreras.

La velocidad siempre parecía ir contra ella al menos por ahora que estaba caminando pero había algo detrás de esas piernas negras con un estilo inconfundible. Para no hablar del impacto positivo que tenía sobre los niños y niñas de la comunidad, es muy importante para Wilma ser fiel a lo que le gustaba, ya sabia las preliminares iban por fin.

La importancia de la igualdad

Su dedicación al atletismo no fue solo motivada por su deseo personal de mejorar con cada nueva competición. La perseverancia tuvo muchísima influencia sobre el cambio social, en especial en los tiempos de aquella época. Por ser una mujer afrodescendiente tuve que luchar para poder llegar a la igualdad.

Debido a esta situación de desigualdad Wilma pasó por momentos difíciles con un futuro promisorio para no dejar atrás las competiciones donde quería estar cuando se encontraba en una relevo y su equipo ya estaba formándose. Los prejuicios eran algo que ella tenía que luchar contra constantemente, como una persona valiente y fuerte.

Había gente que miraba al futuro con ideas limitantes. La misma Wilma se atrevió a romper barreras incluso en sus circunstancias personales cuando había una gran presión para que las mujeres afrodescendientes solo fueran modelos domésticos o madres dedicadas a criar a los hijos de sus esposos.

Conclusión

Wilma Rudolph fue, por encima de todo, un verdadero icono en el mundo del deporte. En medio de tantas desigualdades y dificultades, demostró una increíble perseverancia que se reflejaba tanto en su vida personal como en sus logros en la pista de atletismo. Hoy, después de haberse ido, la gacela negra es recordada con un gran amor y aprecio, sobre todo por el ejemplo de determinación e igualdad que dejó a sus detractores, a los deportistas que lo admiraban y al mundo entero. Con su legado continuamos aprendiendo a creer en nosotros mismos y luchar contra nuestros propios obstáculos, porque Wilma Rudolph era un verdadero campeón del valor.

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