Qué pasó con Noah Lyles en los 200m Juegos Olímpicos

El velocista estadounidense Noah Lyles fue protagonista de un emotivo drama en los Juegos Olímpicos de París, donde logró la medalla de bronce en los 200 metros a pesar de dar positivo por coronavirus dos días antes de la final. La historia es impactante desde el principio y muestra la determinación y la fuerza de este atleta que, pese a estar enfermo, no se rindió y corrió para obtener una destacada actuación en los Juegos Olímpicos de la ciudad francesa.
La situación era complicada. La noche antes de disputar su más emotivo 200m olímpico, Noah Lyles recibió la noticia de que había dado positivo por coronavirus y debía estar fuera del polideportivo Stade de France para cumplir el requerimiento obligatorio de aislamiento previsto en el protocolo médico. Con todo señalando que sería imposible participar, incluso sus entrenadores le desaconsejaban continuar con la participación en un momento que podían verlo agravado su infección.
No obstante, la desesperante noticia no pasaba de sus pensamientos sobre él. Por el contrario los ánimos y las expectativas se volvieron hacia sus compañeros de equipo, más allá ya todos habiendo cumplido su meta logrando el acceso a la final olímpica del 2024. No era un hecho cierto que Noah corriera la carrera, pero sí quería ser uno más entre ellos.
Días previos a la competición
Con un tiempo muy justo antes de la decisión final, Lyles estaba cada vez más decidido a ver qué pasaba. Después de hablarlo con algunos de sus allegados y entrenadores y luego de evaluar los riesgos de participar en este estado, llegó a la conclusión de que aún podría valer la pena intentarlo pese a saber lo difícil e innecesario que fuera su implicación si había obtenido ya el título pero ahora que no podía asistir. Fue por eso que el miércoles 9 de agosto decidió no ser retirado del torneo y poner en juego su salud y preparación física para intentar llegar a la final, a pesar del peligro que suponía al estar enfermo.
Después de dar positivo por coronavirus y cumplir un curso obligatorio de aislamiento y previo acuerdo con los organizadores deportivos, Lyles había quedado en el exterior pero aún estaba ansioso por poder participar. Después de la conversación entre él mismo y sus entrenadores consideraron que podría correr, ya sea para obtener puntos o simplemente superará su dolor físico.
Así también habría otra parte de la historia: fue la decisión de un amigo cercano del medio atleta para intentar cambiar el panorama en este importante evento deportivo por verlo como una forma divertida que le permitiría vivir este tipo de emocionante momentos juntos. El compromiso con su cuerpo físico a pesar de padecer enfermedad, muestra la verdadera determinación y valentía de lo mencionado en "El atleta más fuerte".
La competición

Finalmente llegó el día de la final del 200 metros. Lyles, que apenas unas horas antes había estado luchando por el aliento por culpa del Covid-19 a pesar de sentirse muy debilitado y con una enfermedad en etapa crítica pero sin estar aún hospitalizado fue llevada hasta la zona de calentamiento antes incluso de comenzara el evento. En este momento estaba realmente mal de salud, como si estuviera pasando por sus momentos más duros desde siempre.
Mientras tanto la expectativa del público que se disponía a presenciar esta destacada competición olímpica en el Stade de France, la situación era muy complicada para Lyles y su equipo. Desde un primer momento la decisión tomada era muy arriesgada e impredecible, pero por el contrario todos ellos mostraron su apoyo a este deportista que siempre ha crecido mucho con los pasos del deporte.
Con la llegada de la puesta de sol en París, a Lyles todo lo lejano y sus entrenadores se encontraban allí para recordarle una y otra vez la gravedad que tenía la situación a continuación: su condición física no estaba dadas las circunstancias óptima por lo que el futuro que veía para la carrera era muy complicado y con poca posibilidades de victoria.
De cómo se llevó a cabo la carrera

Pese a saberse tan mal lo que ocurriría, llegara su primer intento para recorrer los 200 metros del circuito Stade de France. Ante las numerosas preguntas inquietantes por parte de sus compañeros y también en contra de su sentido común Lyles se resistió al dolor crónico que era cada vez más abrumadora, pero finalmente fue el único que no salió del torneo ya como uno de los campeones. No obstante a pesar de ser un tanto reacio, su deseo y la decisión de participar en esta carrera se vio confirmado.
El tramo inicial de la carrera fue todo para Letsile Tebogo, que estaba claro por entonces en todas las miradas como el primer competidor del grupo. Por otra parte se le ocurrió la idea a sus compañeros, y Lyles no estuvo contento al verlo tan abrumado pero pensaron con gusto que su amigo podría superar el dolor físico del resto de corredores más débiles al finalizar como un nuevo campeón en esta etapa olímpica del 200 metros.
Más tarde, como una parte principal de esta historia Lyles fue recogido ya exhausto por los médicos por tener que salir a tomar un momento el descanso requerido para intentar recuperar fuerzas. Es entonces cuando la pregunta que se hacía es si podría llegar hasta las últimas etapas pero finalmente termino su participación en esta competición olímpica, alegando al fin y al cabo como tenía derecho de retirarse no por la enfermedad.
Conclusión

A pesar del diagnóstico del coronavirus que debilitó físicamente a Lyles el atleta logró alcanzar un destacado lugar con un excelente desempeño en los juegos olímpicos. Fue capaz de obtener medalla después de intentarlo tan arduamente, habida cuenta lo complicado que se le presentaba su participación dada la condición al llegar a este importante evento deportivo para todos ellos.
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