Pudo ser más grande Manuel Martínez lanzador de peso

Manuel Martínez es un nombre que resuena fuertemente en el mundo del levantamiento de peso, uno de los deportes olímpicos más exigentes y emocionantes. Su currículum destaca como medallista olímpico, pero su trayectoria personal tiene una dimensión mucho más profunda. En esta reflexión, nos acercaremos al caso de Manuel Martínez para intentar comprender ¿pudo ser más grande Manuel Martínez?.
En el año 2003 lo vimos volador en Múnich durante los europeos al lograr el título de campeón en categoría senior, y en ese momento apenas nadie pudo dudar, incluso el campeón olímpico polaco Kuzniak que aterrizó en la cuarta ubicación, pensaba tenerlo superado. Sin embargo su mayor logro vino al siguiente año cuando llevó a casa la medalla de plata en los juegos olímpicos celebrados en Atenas.
La pregunta sobre si pudo ser más grande Manuel Martínez puede hacérnosnos detenernos un momento a pensarlo, ¿cual hubiera sido su evolución en el futuro si no fue que un lesion se llevó la satisfacción de seguir siendo campeón del mundo. Pero además algo muy importante que hay que recordar es su condición física la mejor en su historia ya que tras los juegos olímpicos estuvo tres meses sin entrenar debido a este mal de espalda que lo tuvo postrado en cama.
En el año 2005 volvió a pisar un podio en Mundial pero esta vez con el que quedo en tercer lugar por detrás del serbio Miloš, quien es recordado como una leyenda en esta especialidad y de la bielorruso Nadzyanovski que suponemos debe estar todavía viviendo en su Bielorussia natal. Este desafío físico lo había dejado exhausto y sin ganas.
Haciendo un pequeño recorrido por los años, podemos ver cómo Manuel Martínez, con su entrega y dedicación, siempre luchó para mantener su nivel, intentando dar la batalla a los jóvenes y ambiciosos levantadores que se estrenaban en el mundo del deporte. Fue durante esta etapa de su carrera que alcanzó sus mayores logros e incluso logró imponerse en un Campeonato de Europa que nos recuerda aún hoy.
A pesar de todo lo que ya consiguió, Manuel Martínez siguió trabajando incansablemente hasta la fecha de su retiro a principios de 2011. Después del Mundial de pista cubierta donde brilló al volver por vigésimo quinta vez campeón del mundo, se encontraba en un momento de gran desánimo después de no ser seleccionado para los Juegos Olímpicos.
El talento de Manuel Martínez

El estilo y la técnica empleada por Manuel Martínez cuando estaba en lo mejor de su forma eran una combinación perfecta que le permitía destacar en el lanzamiento de peso. En ese entonces era ya conocido a nivel internacional, e incluso tenía una rivalidad encendida con Miloš Žmić de Serbia.
Después logró la famosa medalla olímpica en los juegos de Atenas en un año que marcó su carrera deportiva y el comienzo de una racha positiva para seguir cosechando éxitos, algo inusual en el levantamiento con peso ya que a medida que avanzamos con la edad disminuye su potencia y altura.
Manuel Martínez hizo gala de un gran talento innato que parecía imposible de igualar. En aquel momento parecía que no había peligro alguno para él. Con una técnica fluida y precisa, podía hacer que el peso rodara como si fuera ligero a pesar del volumen.
Lo que lo hacía tan excepcionalmente bueno era su capacidad física. No solo tenía fuerza en los músculos para poder lanzar con ese imponente volumen de peso sino además tenía la coordinación necesaria y suficiente equilibrio y ritmo para poder alcanzar resultados espectaculares.
Con este talento ganó numerosos títulos, entre el año 1999 al 2011. En el levantamiento con peso es algo que no suele ocurrir muy a menudo. Es una combinación de muchísimo trabajo duro y un poco de suerte la que permite tener esta situación.
El camino para llegar al éxito

Tener este nivel significaba superar muchos obstáculos, uno de los más grandes fue el tiempo y las lesiones físicas. Manuel Martínez, si como se veía en 2005 no estaba en su mejor forma del mundo ya que debido a su espalda lo tuvo más de tres meses postrado en cama.
Manuel Martínez consiguió su primer campeonato nacional en el año 1994. En los años siguientes continuo destacándose como uno de los mejores y cada meta que alcanzaba sólo le generaba una sed por seguir superando en este deporte. Fue en 2000 cuando lo hizo en otro ámbito ya que ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos.
Luego de conseguir su primera medalla olímpica decidió buscar nuevas metas más ambiciosas y para esto se entreno durante unos meses con el fin de estar listo para los Campeonatos Europeos a punto de comenzar. Fue en 2002 donde volvió a ganar una medalla de plata, pero esta vez en la especialidad de lanzamiento de hacha.
Es difícil ver cómo fue que lo logró si solo se enfocara en ello; por esa razón he optado por hacer uso de esta técnica tan útil en la escritura. El hecho es que el gran talento y carisma de un entrenador bien cualificado, fueron una inmensa ayuda. Su dedicación fue total, a lo largo del año no dejó de entrenar durante ni un segundo.
Los Juegos Olímpicos de Atenas 2004

La primera medalla de oro para Manuel Martínez en los juegos olímpicos llego en los juegos celebrados en Atenas. Su lanzamiento logro el valor más alto después del récord mundial, una marca que no se pudo batir durante años. En estos juegos de Atenas su rival Miloš Žmić, no tuvo mucha fuerza cuando le dio la vuelta un giro muy malo ya que con unos cuantos metros por delante perdió el control del peso.
El campeonato olímpico, es para Manuel Martínez uno de los sus grandes logros y siempre lo mencionara en una conversación a menudo. Se hizo famoso tras su victoria y muchos vieron brillando una estrella prometedor que pronto dejaría un recuerdo imborrable tanto a nivel nacional como internacional.
Una de esas ocasiones fue cuando tuvo la oportunidad de entrenar con el gran Kuzniak ya mencionado anteriormente, quien fuera campeón mundial en tres ocasiones y medalla de plata en las Olimpiadas. En verano de 2003 fue campeón del mundo por vigésimo primera vez y lo que no sabía era que todavía iba a tener bastante trabajo para seguir cosechando sus glorias, pero sí tenía claro que había conseguido un lugar asegurado entre los grandes y no solo por su valentía ya que el deporte de alto nivel es una labor de mucha dedicación.
El talento era innato y parecía imposible de igualar, algo habitual en el levantamiento con peso. De todos modos hay que destacar lo grande que fue la dedicación de un buen entrenador quien le enseño técnicas que mejoraron las habilidades de este jugador.
El Campeonato Mundial 2009
El campeón de ese año en Malmö, Sueba fue el español Alejandro Gomez, mientras que por su parte se consagró como vigésima quinta vez campeón del mundo. A esto no le puso fin porque todavía tenía mucho tiempo por lo tanto la búsqueda iba camino a realizarse.
El campeonato de 2009 en Malmö, Suecia fue su última oportunidad para clasificarse y así hacer algo histórico, por otra parte también se acercaba el final de los juegos olímpicos. Fue un año donde tuvo muchos problemas médicos como lesiones y dolores musculares que le afectaron ya que no pudo entrenar en las mejores condiciones.
En 2009 fue lo último del campeonato del mundo, por la razón apuntada anteriormente tenía que parar de correr si quiere tener un futuro bien seguro. Su objetivo era ir a los juegos olímpicos y ahí ser medalla olímpica pero no se le dio el gusto de llegar allí en ese año.
La vida después del tenis

El día 21 de septiembre del 2011 vio la luz, un niño recién nacido con peso superior a cuatro kilos y medio. Lo había habido que dar su gran aporte a los aficionados como campeón y por eso en un momento se dio cuenta de que no era una persona tan simple.
No deja pasar mucho tiempo si hace algún gesto deportivo, ya sea un lanzamiento o un ataque, ni tampoco el hecho que cada día mejorara su técnica. Si tenía algo claro era que no podía verlo marchar al tener como meta ir a los juegos olímpicos.
Pero después de lo bien como le fue al finalizarlo, y el cambio repentino que sufrió en esta etapa, Manuel Martínez nunca vio su deporte desde la misma óptica. En esos días se dio cuenta de una cosa tan sencilla pero a la vez muy fundamental para cada uno: saber quién es.
En este punto no quise dejar por escrito las cosas negativas que le pasaron al jugador en algún momento ya que también es importante señalar lo positivo del momento y su capacidad de recuperación. Ahora se dio cuenta que tenía muchas cosas buenas, tanto dentro como fuera del deporte para compartir y por eso a este hombre hay que felicitarle con todo el cariño.
No solo fue campeón olímpico ni si quere mundial una única vez sino también que estuvo en los primeros lugares durante bastante tiempo. De todos modos era algo ya de esperarlo y lo que menos se imagina es cómo sería vivir esto pero después de verlo claro tenemos pensado para nuestro futuro a seguir con las cosas tal como quedo hasta el día del fin.
En resumen

El talentoso y conocido deportista Manuel Martínez fue un excelente campeón olímpico y mundial. Pero no se conformó en solo eso, siguió adelante con su dedicación y superando cada obstáculo que se ponía enfrente, esto lo consiguió a través de mucho esfuerzo duro, constancia y muchas veces algo también conocido como un poco de suerte.
Lo más importante no es el campeonato conseguido sino la experiencia obtenida en todo el camino. Manuel, ahora en esta etapa de la vida que vive con satisfacción, se permite compartir una parte muy interesante de su vida, para lo cual está agradeciendo mucho al publicista por haberlo recibido tan bien.
Tocó y acarició la gloria deportiva pero no lo único. Conoció el amor de una mujer y un niño y en esto supieron llevarse bastante bien.
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