Quién ganó el oro en salto de altura entre Kerr y McEwen

El día 9 de julio del año 2024 tuvo lugar un evento emocionante en los Juegos Olímpicos de París, donde se decidió quién sería el nuevo campeón olímpico de salto de altura. El neozelandés Hamish Kerr y el estadounidense Shelby McEwen se enfrentaron en una competencia intensa para ganar la medalla de oro, pero solo uno de ellos podría llevarse a casa el título más codiciado.
Entre ambas competencias olímpicas, las cosas cambian y los resultados variaron mucho entre sucedido, tres años antes del año 2024 en los Juegos Olímpicos de Tokio, el italiano Gianmarco Tamberi compartía la medalla de oro junto al catarí Mutaz Essa Barshim porque no podían competir uno contra otro en esa ocasión debido a las lesiones que tenían (cólico renal en el primero y una lesión el segundo). En cambio, Hamish Kerr había ganado la oportunidad olímpica para sí mismo cuando ganará medalla dorada olímpica de salto de altura porque su oponente del año anterior a los Juegos no se iba de competir por la plata olímpica. Esos tres años le fueron de mucho progreso y así lo demostró.
En ese entonces, en la histórica decisión de compartir el triunfo para Tamberi y Barshim, dejó patente que había mucha amistad y respeto entre pilotos al igualarse entre ellos. Esta fue la única vez en los Juegos Olímpicos la que no tuvieran un campeón a soledad por el salto de altura: ambos pilotos compitieron dos años más y este año resultó Hamish Kerr como ganador.
El camino hacia la final
Hamish Kerr había trabajado incansablemente durante semanas previas al evento para llegar a la final en lo mejor posible. Acompañado por un equipo apoyador de él, sus entrenadores, cada día los entrenamientos habían mostrado su mejor personalidad como piloto y así podía visualizarse ganando.
Además, McEwen, el rey del salto de altura estadounidense no iba a ir mal parado ya que también preparó muy bien en lo posible cada día para llegar a la final luchador, al igual que Hamish, con los mismos pensamientos del campeón olímpico. Los pilotos se sintieron tranquilos y confiados de que lograran el primer puesto.
El momento que todos habían estado esperando llegó por fin: cuando estuvieran en la zona para realizar su mejor saltito durante las dos oportunidades de competir por medalla como ya no volverá a suceder porque se eliminaron los otros pilotos del salto de altura. Se hizo el último deseo en el aire que cada uno tenía.
El resultado de la final
Ambos pilotos subieron al podio, Hamish Kerr y McEwen compitieron por lo que más querían en la historia - ganar oro olímpico en el salto de altura. No tuviera la desventaja ni McEwen en la práctica general, como habría sido el caso si no se eliminaron los otros 3 pilotos al igualarse la medallas olímpicas hasta el cierre.
Después de dar su mejor esfuerzos por llegar a la final, tanto Hamish Kerr como McEwen estaban preparados para hacer lo que debían hacer: ¡dar el salto más alto de todo el mundo para llevarse el oro con ellos! Esta fue la competencia esperada e inesperado que se vive en medio de los pilotos oportunistas y apasionados del país.
Estos eran dos campeones ya en el transcurso de su carrera. No les faltó motivación porque ambos estaban listos a darse el salto más alto que nunca.
La confianza en sí mismo
Ambos pilotos tenían confianza en sí mismos y sabía que cada uno lo tenía y para eso Hamish iba por su sueño olímpico del año 2024- ganar el oro de él. Asimismo, para McEwen también tenía este sueño para que él ganara esta rifa.
Los pilotos tenían toda la motivación para dar todo de sí en la competencia porque no querían ser segunda parte; cada uno iba hacia ganar medalla dorada olímpica. Los dos grandes pilotos eran rivales y así demostrarlo los llevaron a la gloria que por lo tanto, todos se van del parque deportivo contentos los pilotos de este deporte.
Se dieron cita para dar su mejor salto de toda su vida en una competencia olímpica. Por eso sabían el uno tenía ganas de vencer al otro y ver hasta quién era más fuerte. Sin embargo, no llegaron a lo extremo: los dos lograron compartir los triunfos del día.
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