Qué pasó con Hiraide y Nakajima en la escalada al K2

El Himalaya ha sido el escenario de algunas de las escaladas más peligrosas y emocionantes del mundo, pero en ocasiones también ha sido testigo de tragedias que han conmovido a todo el mundo del alpinismo. Fue lo que sucedió con Kazuya Hiraide, un destacado alpinista japonés triplo Piolet d'Or, quien perdió la vida junto a su compañero Kenro Nakajima mientras intentaban subir por la cara oeste del K2. Su desaparecimiento fue un impacto devastador en la comunidad de escaladores y supuso una gran preocupación para sus familiares y amigos.
Pues bien, qué pasó exactamente con Hiraide y Nakajima durante su ascensión al K2? ¿Por qué sus vidas estaban en peligro y qué sucedió exactamente cuando se produjo el accidente? Estos son algunos de los interrogantes que trataré de responder a continuación. Hay personas cuyo único afán era escalar hasta la cumbre del mundo más difícil del continente asiático, pero no tuvieron la suerte necesaria para llegar a tiempo. Después habrá una conclusión.
Los escaladores y el accidente

Es importante reiterar que Kazuya Hirade y Kenro Nakajima eran dos alpinistas experimentados con múltiples logros bajo el cinturón, lo cual podría pensar cualquier persona en un principio: ¿qué puede ir mal? Una pregunta recurrente de la comunidad debido a su habilidad para seguir adelante con proyectos arriesgados que incluso ellos nunca imaginaron. Ambos habían sido seleccionados como candidatos serios para escalar esa ruta particular por el grupo alpinista. En las alturas, es común encontrar cambios imprevisibles que no permiten predecir con precisión qué ocurrirá. La naturaleza puede hacer maravillas pero también sorpresas negativas inesperadas. Hay algunos casos en los que la temperatura baja y sube de golpe varias veces en un día.
El accidente se produjo a una altitud de siete mil quinientos metros, donde comenzaron a sentir viento imposible de manejar. No era solo el miedo al frío pero también las tormentas que amenazaban con derrumbar rocas para caer en cualquier momento. El temor persiste una vez que se sientes el ruido del pedrusco gigante y se espera de golpe antes de que este se produzca finalmente a tu alrededor. La tormenta vino acompañada por condiciones atmosféricas inestables.
Según fuentes cercanas, durante las condiciones meteorológicas extremadamente adversas los escaladores debieron detener su marcha para seguir con la escalada de su proyecto de manera segura lo más pronto posible, ya que el mal clima también les provocó dificultades en su ruta. La tormenta era tan violenta y hacía tan frío que no podían avanzar sin arriesgar sus vidas y por eso decidieron acampar con una mínima ventaja para estar resguardados del viento glacial durante la noche. Lo cierto es que en unas circunstancias como estas es mejor detenerse cuanto antes y buscar refugio o llegar a un lugar con mayor seguridad.
Sin embargo, lo que no podían imaginar era que en el momento de acampar una roca grande comenzaría a rodar inesperadamente arrastrando el equipo con ella: el ruido de la caída semejaba un rugido y luego escucharon también gritos de angustia mezclados con alaridos, pero no fue posible que nadie hiciera nada para ayudarlo por la enorme cantidad de suciedad en sus ojos. La desesperación cundió entre el grupo hasta cuando se dieron cuenta del terrible suceso ocurrido tan inopinadamente.
Investigando lo que pasó con Hiraide y Nakajima
Después del accidente, se activaron las alertas de los alpinistas supervivientes para la rápida presencia del helicóptero, ya que era esencial llegar cuanto antes. Tras ser avistados sin actividad desesperadora por el piloto, quienes intentaban llegar hasta ellos rápidamente recibieron órdenes de no aterrizar en un lugar con tales problemas climáticos para poder evitar cualquier otro incidente. Dado su valiente ánimo y su profundo espíritu aventurero, la comunidad de alpinistas que seguían el ritmo de los acontecimientos del evento comenzaron a esperar hasta que llegase amanecer: confiaban en que se vería con el primer rayo algunas señales, ya fueran de auxilio o indicios claros de su destino.
La idea es que en caso de alguna imprevista situación que se presentara durante la noche y se perdieran completamente los puntos de referencia al verse afectados por los intensos vientos helados. Eso no era el fin del asunto dado lo mucho que podían lograr para ayudar a sus compañeros. El grupo también pensaba desesperadamente en las posibilidades que quedaban de la supervivencia de ambos hasta el amanecer, lo que es algo que cada alpinista apoya con sus mejores intenciones cada vez que se trata esta situación.
Entre todo esto esperando se podía escuchar a los compañeros preocupados del desaparecido grupo discutiendo entre sí sobre la posibilidad real de rescatar y llevar a cabo una búsqueda de Hiraide y Nakajima. La respuesta a si podrían alcanzarlos antes del amanecer aún no fue clara, lo que dio lugar a muchas dudas: ¿tendrian tiempo de avanzar, encontrarse con ellos y ayudarle o más bien serán demasiados los riesgos al intentarlo?. La comunidad no solo se mostraba preocupada por la pérdida inesperada sino tambíen para saber si todo el drama fue en vano.
Necesidad de seguridad y equipo

Uno de los aspectos clave que debieron considerar estos escaladores durante su trágico accidente, fue cómo habían preparado sus vidas antes de intentarlo dado el tipo de condiciones climáticas que presentaba un lugar tan inhóspito y desolado como la cara oeste del K2: hay mucha gente que tiene miedo a enfrentarse a ellos pero también están las otras personas con un gran nivel de espíritu aventurero. Para entender en lo que estos dos expertos estaban pensando se debe tener en cuanta el tipo de preparaciones necesarias para escalar una montaña tan dura, además de la enorme confianza que requiere estar dispuesto a asumir riesgos como este en su vida profesional.
Por ejemplo: ¿han tenido acceso a equipos adecuados antes de salir? Es fundamental contar con equipo que los ayude a resistir estos peligros climáticos extremos y con un buen estado físico. Algunas situaciones que no están fuera del control del humano como vemos en estas imágenes, pueden cambiar las cosas en unos minutos sin previo aviso: en esos momentos de confusión y desesperanza es cuando importa más la experiencia. Otro dato importante es el tiempo de descanso entre intentos de ascensión, ya que estos deberían hacerlo con pausas para recargar energías antes de seguir intentando escalar una montaña tan dura.
Al final lo importante son las precauciones tanto en caso de inclemencia del tiempo y el nivel de peligro de cada roca. Esto ayudará a minimizar los índices de accidentes durante estas aventuras al realizar estas tareas con la mejor forma posible: con este buen equipo, un estado muy bueno y las mejores condiciones para ascender con seguridad. Este tipo de situaciones reflejan tanto el riesgo como la importancia que tienen la preparación en estas actividades que se deben llevar a cabo con seguridad.
Recomendaciones para evitar accidentes

Después del caso trágico del grupo acampado en la cara oeste del K2, hay un recuerdo muy importante para aquellas personas aventureras que ya han demostrado su valentía y coraje mostrando estar dispuestas a enfrentar nuevas montañas con una mayor motivación. Es decir: si alguna persona quiera seguir sus pasos o querer enfrentarse a una montaña tan dura como la cara norte de la K2, tienen que tener en cuenta lo siguiente cuando se acercan situaciones como estas.
Lo primero y más importante es prepararse suficientemente antes de asumir el riesgo de subir por esa roca. Además es crucial contar con las mejores condiciones posibles, incluyendo el estado físico adecuado, para enfrentar un desafío tan difícil que nos presenta la naturaleza. En fin al hablar del tiempo debemos recordar cómo lo usamos en nuestra búsqueda: no nos podemos acercar excesivamente a ciertos lugares cuando hay tormentas o lluvia.
A pesar de esto es muy importante tener equipos adecuados para la actividad, como por ejemplo protección contra los rayos si lloviera o bien contar con un seguro de rescate en caso de que algo salga mal: las opciones son muchas. Lo segundo y tan crucial como el primero es saber cuál será nuestra situación si nos atropellan una tormenta repentina por muy buena pinta que tenga al comenzar a ascender, tener experiencias como esa pueden afectarnos mucho hasta el punto en que la angustia y desesperación pueda ser un verdadero obstáculo.
Por último pero sin menos importancia es cuidarse: siempre debemos buscar la ayuda adecuada antes de decidir acampar o escalar algunas montañas a las cuales el tiempo no les facilita subirlas. Esto significa que si vemos por ejemplo una tormenta cerca, preferimos evitar acercarnos al lugar y esperar un poco más con los posibles riesgos hasta dejarla marchitar sin tener más opciones. Estos consejos son muy valiosos en la vida de estos aventureros: se debe estar listo para cualquier cosa que pueda pasar.
Recuerda que hay otra serie de actividades físicas que también nos pueden ayudar a mejorar nuestra resistencia y sobre todo nuestras fuerzas si queremos seguir adelante con un objetivo como este. Para poder soportar esta dureza es clave buscar ayuda antes: en ciertas condiciones puede que haya gente que quiera auxiliarnos desde muy lejos, por lo tanto es aconsejable pedir ayuda siempre que tengamos alguna oportunidad de hablar con los operadores del gobierno.
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