Quién pudo ser Ben Johnson si no se hubiera doping

La historia del deporte está llena de leyendas y figuras icónicas que nos inspiran con sus logros y desafíos. Sin embargo, también hay casos como el de Ben Johnson, un atleta canadiense cuya carrera estuvo marcada por un escándalo que cambió su rumbo para siempre.

En entrevistas recientes, Ben Johnson ha admitido una verdad que había permanecido en la sombra durante mucho tiempo: habría podido ganar los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980 sin el uso de esteroides. Un destino alterado por una decisión que cambiaba el curso de su historia, recordándonos que incluso en las cimas del deporte, la ética y la integridad son más allá de cualquier logro.

El Momento Decisivo

El 27 de julio de 1988 supuso el punto culminante de esas especulaciones. Ese día, Ben Johnson ganó en un récord del mundo en los Juegos Olímpicos de Seúl la carrera de los 100 metros lisos, que en ese entonces era una de las pruebas más prestigiosas del atletismo mundial. La historia parecía escrita a su nombre en ese instante.

La impresión fue tan grande que hasta el Presidente canadiense hizo referencia al logro histórico hablado por su país a través de los medias, lo cual, para Johnson, sería algo irreversible después de ser descalificado producto del positivo a sustancias prohibidas. El dolor y la decepción debieron estar latentes en sus entrañas durante días.

La Etapa Previa al Éxito

Antes de esa victoria, BenJohnson ya había demostrado su talento sobre las pistas de una manera asertiva, y su forma física parecía imparable. A pesar de todo, el escándalo que estallaría en torno a él sería monumental.

No hay que olvidar que para tener ese físico ideal, la lógica diría que es necesario un esfuerzo intenso combinado con una dieta acorde al atleta; aunque también existen otras formas de mejorar rápidamente las cosas. Algunos han afirmado y hasta demostrado cómo algunas prácticas que al comienzo parecían extrañas o mal vistas, ayudaron a mejorar la salud a largo plazo en vez de dañarla.

Detrás de una Frontera

Dentro del mundo del atletismo, los atletas se enfrentan a presiones increíbles. La constante búsqueda de ventajas competitivas lleva a algunas decisiones de las que luego se arrepienten después. Si hubiéramos podido analizar con más detenimiento la carrera de BenJohnson, en realidad es probable no saber nunca si habría tenido el talento suficiente como para ser diferente, tal vez simplemente un atleta regular.

Habrá veces a lo largo del camino donde el cansancio físico y mental llegue a punto crítico. Entonces la mente busca algo que le dé un apoyo adicional en lugar de buscar su fuerza interior, a pesar de las pruebas dura y duras que tiene que soportar.

Las Consecuencias de la Acción

La investigación concluyó con el resultado más negativo posible. De inmediato, BenJohnson fue retirado del podio de los Juegos Olímpicos de Seúl y su medalla y récord mundial fueron cancelados. Fue un momento de gran desolación para un atleta que había alcanzado la cima del deporte.

El público quedó escandalizado por las implicaciones éticas en juego: ¿qué significaba el uso de esteroides en el deporte olímpico? Esta pregunta se haría más frecuente con los años. Fue un llamado a la acción para que las federaciones internacionales abordaran de una vez por todas las preocupaciones sobre las sustancias dopantes.

El Valor del Logro

Pero la victoria en 1988 fue solo la punta del iceberg. La fama y el reconocimiento no duran eternamente, son cosas perecederas que requieren un constante esfuerzo por mantener. De hecho lo único que perdura en la historia de este atleta es una imagen dañada por sus acciones que en su momento estallaron en los medios.

La pregunta también surge ¿qué hubiera pasado si se hubiera mantenido firme?. La realidad del deporte, a pesar de todas las ganas y sacrificios necesarios para ser un clásico, podría ser simplemente imposible. Lo extraño al menos es que muchos pasos hacia la obtención o no de estos logros es el camino elegido cada individuo y por lo tanto puede tener consecuencias.

El Despertar

El caso BenJohnson despertó las cenizas para que los atletas reflexionaran un poco más sobre sus acciones antes de tomar una decisión. El mundo del deporte empezaba a considerar otro tipo de protagonistas, aquellas personalidades capaces de destacarse sin recurrir e hipocresía.

Para Johnson sería un largo proceso el de recuperación, pero al fin y al cabo resultó que en la vida había muchas otras áreas importantes donde trabajar. Después del esportes y lo logrado, la gente comenzó a centrar su atención en los atletas honestos; aquellos individuos valientes que optaban por los desafíos como una plataforma de crecimiento.

¿A quién le quedó el lugar?

Aunque es difícil imaginarse a otros atletas que pudieron haber logrado la victoria, se puede pensar en algunos otros velocistas que estuvieran ganando el paso de las competiciones por entonces. BenJohnson, con su habilidad para los trechos largos sobre pista; sin embargo no llegó ni acercarse a igualar sus proezas en ningún momento, aunque esto es especulación.

Como dijo él mismo, es una historia que ha cambiado la trama de un atleta. Los cambios de perspectiva también se dan por las acciones y las decisiones que toma cada uno. Es algo innegociable; lo más importante en cada carrera del deporte no es solo el campeonato ganado o perdido.

La historia de BenJohnson nos enseña un valioso lección sobre el mundo del deporte: la búsqueda constante de nuevas formas para mejorar puede llevar incluso a aquellos que han triunfado hasta la línea roja. La verdadera fortaleza de una leyenda no se mide por sus logros, sino por cómo lidia con sus fallas.

La fama no dura siempre, pero como atletas es necesario recordar el orgullo del vencer al más fuerte y la gloria del rendir tus mejores dotes: esta es un legado digno.