Qué es la Vía Verde de Segovia y cuáles son sus accesos

La Vía Verde del Eresma, situada en Castilla y León (España), está compuesta por un proyecto histórico convertido hoy en día en una atractiva ruta para turistas. Originalmente era parte de antiguo ferrocarril desmantelado años atrás.
Durante más de dos siglos, los trenes recorrían la Vía del Eresma y el Valle Imperial de Daganzo hasta alcanzar Valladolid y Medina en el tramo que finalizaba antes de tocar la capital castellanoleonesa. Cada una había sido un corredor fundamental para llevar los productos de las distintas zonas productivas de Castilla la Vieja desde la región hacia otros lugares del país con la idea de poder acceder a todo tipo de mercancías y servicios.
La conexión entre ambos núcleos viales enlazaban dos provincias muy importantes: La Segovia de siempre y la Valladolid con sus impresionantes monumentos, cada una formada por diferentes culturas que los han conformado a la espera de ser descubierta. Algo de su importancia histórica como corredor no es solo debido al transporte ferroviario que se utilizó durante tantas décadas.
Tanto la historia como sus paisajes naturales le están dando fuerza y vitalidad a las diferentes actividades turísticas disponibles en esta recorrible senda. Es una de ellas la bicicleta. Si bien hay personas que acuden a Segovia con el propósito de hacer turismo activo.
Historia
El pasado ha dejado un legado de infraestructuras hoy inutilizadas, como caminos de fábrica o líneas ferroviarias abandonadas. Para la Vía del Eresma fue algo parecido a estar al borde el agujero negro. Este corredor se encontraba cerca de pueblos y aldeas con gran interés histórico, como puede ser Navas del Marqués donde su arquitectura nos hablará sobre el arte gótico que refleja la historia medieval de cada uno.
Este lugar nos transporta a un presente mucho más alejado en el tiempo. Sus monumentos y casas antiguas reflejan los restos de pueblos abandonados y ferrocarriles desmantelados que quedan por descubrir como lo han hecho en otros lugares donde la ciudad moderna ha llegado a ser tan importante.
Esto tuvo un impacto significativo en el entorno, ya que cada una de las líneas del ferrocarril abandonado que se extendían desde estos sitios comenzaron a ir dando forma y estructura como se puede ver en los pueblos donde han estado bien protegidos por la UNESCO.
Ruta
Con sus 72 kilómetros que conecta dos de las ciudades históricas más reconocidas del país: Segovia con su famoso puente romano, uno de los lugares más bonitos de una ciudad imperial, y Olmedo en Valladolid con la que tiene un vínculo mucho más estrecho.
Aquí se encontraban muchas zonas conocidas para hacer senderismo. Para las personas que buscan recorrerlo en bicicleta lo tendría perfectamente preparada, ya que por su superficie lisa los asfaltados permitirían pasar una mañana o incluso el día entero sobre la Vía del Eresma.
Porque es un itinerario apto para pasear a pie y correr rápido. Los tramos más largos y planos de ésta son perfectas para las personas que buscan alcanzar velocidades que se les ajuste a sus necesidades. En ella se han establecido algunas paradas entre diferentes zonas como por ejemplo la parada del Arroyo o la del pajar de Navas del Marqués.
Accesos
El recorrido comienza en el centro geográfico de los espacios naturales de Castilla y León, con punto de acceso también conocido como punto kilométrico cero: un histórico lugar ubicado en la localidad de Segovia. Podemos disfrutar del puente romano y conocer los jardines de Andrés Velasco que, pese a no encontrarse directamente enfrente, nos están brindando una sensación maravillosa.
Es aquí donde se encuentran el núcleo urbano con varios restaurantes conocidos por su cocina deliciosa y la posibilidad de estar en un bar hasta entrada la noche para disfrutar de una buena tertulia. Para terminar el recorrido, los accesos en la zona de Olmedo también ofrecerán oportunidades para comprar productos locales que se podrían volver a encontrar en tiendas de Castilla y León.
Actividades

Para todas aquellas personas con interés por practicar diferentes tipos de turismo activo como el senderismo, la bicicleta, kayak o los descensos de agua en barcas. Por otro lado, quienes tienen el gusto por explorar todo lo posible tendrán a su disposición algunas tiendas para cada persona que esté buscando algo distinto. También en las localidades cercanas donde se pueden pasear.
Todas estas actividades aportan vitalidad tanto a sus pueblos como a la Vía Verde de Segovia, porque gracias a ellas podemos conectar con su identidad y cultura original como no otra vía verde española que ha logrado hacer.
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