Quién fue Miriam García Pascual, la escaladora estrella

Miriam García Pascual nació el 31 de diciembre de 1960 en Tafalla (Navarra). Fue una joven escaladora con un gran talento para las montañas. Su inolvidable historia de vida es un recordatorio constante de la pasión por la naturaleza y las actividades al aire libre. A pesar de su muerte prematura, su legado continúa inspirando a generaciones futuras.
En ese sentido, Miriam García Pascual logró importantes hitos en el mundo de la escalada deportiva. Sus hazañas sobre las montañas son una muestra fehaciente de su carácter aventurero y audaz. Malaconocida por muchos cuando vivió, después de su desaparición se hizo famosa a través de un libro escrito por sus amigos.
La personalidad de Miriam puede describirse como extrovertida y optimista. También era una persona sencilla y espontánea en todos sus gestos. Esa autenticidad natural en Miriam García Pascual se extendió tanto a su relación con el medio ambiente, que llegó a ser objeto de culto entre un grupo de jóvenes de la época. Para ellos fue una especie de heroína, una figura ídola, pero cercana y accesible que les inspiraba para aventurarse en el mundo emocionante de las montañas.
Además del interés por el mundo natural en Miriam García Pascual, también tenía otras aficiones como la escultura, los dibujos y la poesía. Estas actividades artísticas le sirvieron de relax y fue una buena vía de comunicación para expresarse mejor a sí misma como mujer e hija.
También era muy autocrítica en sus gestos y decisiones, como muestra su comportamiento en el Monte El Aguja, donde no se conformó con llegar a la cima, por lo que siguió adelante hasta encontrar un nuevo desafío y emprender otro ascenso a los meridanos de dicha montaña.
Una escaladora incansable
Miriam se convirtió en una de las escaladoras más destacaos de su época. Sin embargo, llegó a la cima sin ayuda ajena, lo que la hace única para un momento de la historia español. El Capitán es una montaña ubicada al norte del parque nacional de Yosemite y está considerada el monumento natural más emblemático del estado estadounidense.
En este contexto debe destacarse su ascenso a El Capitán: en noviembre de 1986, Miriam superó esta inmenso muro con solo unos días de experiencia. De hecho, no tenía ayuda previa y no contó con un guía profesional, lo cual, fue uno de sus puntos fuertes como escaladora.
Miriam era una persona capaz para manejar equipos ligeros por lo que su aventura alcanzó un récord en la historia deportiva española. En su paso inesperado se dio cuenta de cómo tenía pocos puntos de apoyo y muy limitados recursos materiales, aunque este no fue un problema ya que demostró ser una escaladora con destreza.
Por otra parte, tuvo el placer de conocer amigos que le acompañaron durante sus ascensiones a los meridanos de El Aguja en su segundo intento. Un ejemplo claro es aquella vez se enfrentaron al tiempo pésimo y finalmente encontramos una cueva en los glaciares donde podríamos acampar, pero sin estar demasiado húmedos.
Algunas aventuras y hazañas destacadas
Miriam también fue la primera * mujer española* que escaló al Everest. En una ocasión más, demostró su valentía con una experiencia de descenso hasta los 200 metros antes de las cumbre donde no había habido anteriores visitas humanas por esa zona del Monte El Aguja.
Por citar otra anécdota: una vez se la vio bajar del Teide después de ser un verdadero espectáculo durante su subida, cuando tuvo que enfrentarse a temperaturas extremadamente frías y alturas agotadoras en busca de alcanzar el vértice más alto de esta isla volcánica, ubicada también en las Islas Canarias.
Tragedia prematura
Pero la trágica noticia llegó el 25 de mayo de 1990 cuando, durante un intento de ascender al Meru Norte en Nepal, falleció trágicamente. Había sido una experiencia prevista para ser un éxito a la espera de alcanzar los vértices más altos y destacados del Macizo Himaláyico.
Miriam murió a causa del agotamiento debido al frío extenuante durante su ascenso nocturno, en lo que se convirtió uno de sus intentos sin éxito, donde falleció por el efecto de la congelación. La historia finalmente terminó así: dejando una herencia única y significativa.
Un libro escrito por amigos para la memoria

Su libro "Bájame una estrella" fue escrita en su honor poco después del suceso ocurrido al pasar a mejor vida, en donde se encuentran algunos de sus poemas que quedaron detrás de ella como símbolo de la entrega total a esta actividad deportiva.
Además, la publicación del libro fue también un homenaje constante hecho por sus amigos y familiares. Estos personajes tenían el mismo gusto por las actividades al aire libre que su querida Miriam.
Deja una respuesta